Aprende a utilizar la manga pastelera y crea verdaderas obras de arte para el postre o la merienda. Este clásico accesorio de repostería supone un reto con el que pocos se atreven, pero si eres un valiente o estás empezando en el mundo de la repostería, estos consejos te pueden ayudar a dar tus primeros coletazos.
Utilizar la manga pastelera es facilísimo con un poco de maña y práctica.
Lo primero es escoger la manga pastelera. En el mercado se pueden encontrar mangas desechables en rollo, y de diferentes tamaños. Pueden tener la abertura de la punta ya hecha o sin hacer, no supone un problema, ya que con unas tijeras podremos hacer la abertura del tamaño que queramos.
Una vez tenemos la manga pastelera delante lo primero será introducir la boquilla de metal por la parte ancha de la manga y hasta la punta. Si hacemos nosotros mismos el agujero de la punta es importante tener en cuenta el tamaño de la boquilla, de forma que quede ajustado y no se nos escape la mezcla por huecos que no sean el agujero de la boquilla.
Con la boquilla que vayamos a utilizar ya colocada en la manga pastelera, doblamos los bordes de la parte superior hacia fuera de forma que podamos introducir el relleno sin manchar la manga por fuera. Y una vez hayamos introducido todo el producto que queramos, desdoblamos los bordes y los retorcemos dando vueltas a la manga para que el contenido no se nos escape por arriba. Hay que tener cuidado a la hora de hacer esto, ya que se nos puede escapar el contenido por la boquilla sin querer.
¿Cómo empiezo a utilizar la manga pastelera?
Cuanto tengamos lista la manga pastelera para empezar a utilizarla debemos asirla con firmeza, con una mano justo por encima de la boquilla y con la otra agarrando la parte superior que hemos girado para que no se escape el producto.
Con las manos y la manga preparada solo hay que presionar suavemente la manga con la mano superior para que el contenido vaya saliendo. Es aconsejable probar un par de aplicaciones en una superficie que no sea la que queremos cubrir o decorar, para coger un poco de práctica. Y una vez se tenga controlado la técnica en el mercado se pueden encontrar diferentes boquillas para hacer todo tipo de diseños y coberturas.