El Ratatouille es una receta tradicional francesa, típica de la zona de la Provenza. Como bien se refleja en la divertida y entrañable película de animación Ratatouille estrenada en 2007, se trata de un plato emblemático para los franceses, en el que el cariño y mimo utilizado con verduras de primera calidad son la clave para conseguir un buen resultado. De hecho, el estreno de esta película supuso un gran impulso para esta receta, que con este estreno gano en popularidad y adeptos.
El mejor momento para comerse el Ratatouille es el día después
El Ratatouille es sin duda uno de los máximos exponentes de los aromas mediterráneos. Su preparación consiste en guisar con aceite de oliva tomates, ajo, pimientos, cebollas, berenjenas y calabacín, previamente limpiados y cortados en pedazos.
Este proceso de guisado se puede hacer de dos maneras, con todas las verduras juntas o por separado. Los grandes cocineros defienden que la segunda, la preparación de las verduras por separado, es la mejor opción. Para finalizar el plato con un último calentón todo junto.
El toque final consiste en aromatizar el guiso con hierbas provenzales como el tomillo, laurel, albahaca, romero u orégano entre otras. Una vez preparada, esta receta encuentra su mejor momento el día después cuando las verduras ya han reposado.
El Ratatouille perfecto
Al tratarse de una receta elaborada con productos de la tierra, la materia prima interpreta un papel importante en el resultado. Es por ello que el mejor momento para preparar Ratatouille es en verano, cuando estos productos muestran todo su esplendor.
Como acompañamiento o plato central, el Ratatouille es utilizado de diversas maneras. Además de ser el perfecto acompañamiento para preparaciones de carne y pescado, tanto en frío como en caliente, es también utilizado como primer plato o como relleno de empanadas y tortillas francesas.