Una nevera repleta

El cajón siempre es el mejor lugar de la nevera para verduras y frutas [Foto: diariovasco.com]

Consumo responsable

Sencillos pasos para que las frutas y verduras no acaben en la basura

Una de las prácticas más habituales y, sin embargo, más dolorosas en las cocinas de los hogares es el ritual de tirar a la basura la comida sobrante, que en innumerables casos son frutas y verduras por su corto periodo de conservación. Esta tradición puede dejar de serlo si se siguen unos sencillos pasos.

diariovasco.com | 08/09/2014 |

Uno de ellos, por muy sorprendente que pueda resultar, es comprar productos congelados. La idea de que las frutas y verduras son más nutritivas si están frescas está confundida, puesto que algunas de ellas tienen mayor aporte si están congeladas. Es el caso de las zanahorias, las espinacas y las arvejas, que en este último caso solo pierden un 10% de su vitamina C si se congelan, mientras que este porcentaje se eleva a un 60% si se dejan una semana en el frigorífico.

Es importante cómo agrupar las frutas y verduras en los cajones de la nevera

Un segundo y útil consejo consiste en distinguir y conocer bien el proceso de maduración de cada producto, para saber si debe conservarse en la nevera o, por el contrario, es mejor que se encuentren en temperatura ambiente.

Así, en el caso de las manzanas, lechuga, higos, cítricos o frutos del bosque, es preferible que una vez adquiridos se coloquen en el frigorífico, debido a su tendencia a madurar rápidamente. Tomates, cebollas y patatas, en cambio, tienen un mayor periodo de maduración, por lo que su lugar está en alguna zona de la cocina o despensa a temperatura ambiente.

Si nos centramos en el frigorífico, hay que prestar especial atención al cajón de las frutas y verduras que la inmensa mayoría de ellos incorpora y que sus razones tiene para tomar este nombre. Es la zona ideal para almacenar vegetales, porque mantiene la temperatura constante al impedir que el aire caliente que penetra al abrir la puerta les afecte.

El etileno

De todos modos, hay que recordar que frutas y verduras emiten etileno, un gas que constituye un agente de maduración, por lo que si se quiere prolongar la vida de los alimentos, habrá que colocarlos junto a aquellos que emitan los mismos niveles de etileno.

Por ejemplo, hay que guardar los vegetales de hoja verde, el brócoli, la coliflor y las zanahorias juntas, y por otro lado agrupar los melones, limones, limas y naranjas. Otra sección estará destinada a las manzanas, las uvas y las peras.

Una última idea que ayudará a ahorrar dinero y aprovechar al máximo nuestras compras es lavar las frutas y verduras a medida que se van comiendo. De lo contrario, si se limpian y luego se introducen en el frigorífico, la humedad acelerará el proceso de maduración y acortará su vida. Si se opta por lavarlas, hay que secarlas muy bien antes de guardarlas en la nevera.