pizza y embutido

La pizza, una perfecta solución para no tirar nada a la basura [Foto: diariovasco.com]

Reciclaje culinario

Otro destino para las sobras

Los cubos de basura a menudo se nutren de restos de comida que un cálculo erróneo o un estómago con mal día han condenado al desecho. Sin embargo, con unos sencillos pasos y una cuidada presentación esos sobrantes se pueden reconvertir en deliciosos platos.

diariovasco.com | 22/08/2014 |

A menudo, las verduras, hortalizas o legumbres se transforman con gran facilidad en purés, y carnes, pescados o pollo cocido pasan a formar parte de croquetas, empanadillas, relleno de pimientos o condimentos de una sopa.

¿Sobra algo de queso y unas lonchas de embutido? ¿Qué mejor que una pizza?

Los huevos a punto de caducar tampoco representan ningún problema si los cocemos y los rellenamos de atún, o los cocinamos revueltos con otros restos, en esta ocasión de verdura o carne por ejemplo. Este producto es muy agradecido, puesto que también puede servir como buen acompañante de ensaladas, sopas y cremas.

La misma característica comparte la patata cocida, que presenta muchas alternativas de reciclaje. El puré al estilo más tradicional es una de ellas, al igual que la ensaladilla rusa, tortilla, ensaladas o incluso como acompañamiento a guisos y estofados. Respecto a esas lonchas de fiambre o queso que bailan en la nevera, su destino perfecto puede ser una pizza casera o una ‘quiche’.

Los tomates que están a punto de estropearse se pueden congelar. En este caso, primero hay que escaldarlos durante diez minutos o un cuarto de hora en agua hirviendo y después pelarlos. Tras colocarlos en un recipiente apto se congelan con la seguridad de que no perderán ni una sola de sus propiedades. Solo hay que descongelarlos para que sirvan como todo tipo de salsa caliente en arroces, pistos, pastas y carne.

Las frutas ‘feas’

Antes de tirar piezas de fruta algo tocadas se puede preparar con ellas un rico postre. Las compotas, macedonias, batidos naturales, mermeladas, bizcochos o tartas son algunas de las posibilidades que ofrece este sano producto que, si bien nos exige un poco más de dedicación y tiempo, merece la pena invertirlo. No obstante, las frutas también se pueden guardar en almíbar y utilizarlas en otro momento.

Los yogures olvidados en el fondo de la nevera recobrarán todo su protagonismo si se vierten en un vaso con muesli, frutos secos, miel o mermelada para convertirse en un postre envidiable. También existe la alternativa de usarlos como salsa y aderezo para ensaladas. Por último, una buena idea para aprovechar la cuña de queso dura es hacer una fondue casera, aunque otra buena solución es rallarlo y utilizarlo en pastas.

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