El estudio analizó una veintena de muestras de leche de vaca y cabra tanto del Estado español como del marroquí, además de leche materna, y encontró analgésicos, antibióticos y hormonas del crecimiento, aunque en bajas dosis que no tienen efectos notorios. El objetivo de este experimento consistía en calibrar la calidad de la leche que se consume de forma habitual, bien en edades tempranas en el caso de leche materna, bien más adelante en los otros dos casos. Para ello, realizaron pruebas de alta sensibilidad a las 20 muestras y encontraron una gran cantidad de productos químicos utilizados para tratar enfermedades en animales y personas.
La presencia de estas sustancias no es alarmante, pero es una muestra de que todo producto alimenticio cuenta con productos químicos artificiales
Aunque la presencia de estas sustancias no era alarmante, los resultados ponen de manifiesto cómo los productos químicos artificiales se encuentran actualmente en toda la cadena alimenticia.
Los análisis del equipo científico demuestran que la mayor cantidad de medicamentos se halla en la leche de vaca, que contiene rastros de fármacos anti-inflamatorios, ácido niflúmico, ácido mefenámico y ketoprofeno, que es una sustancia de uso común como analgésico en animales y personas.
También contiene la hormona 17-beta-estradiol, una forma de estrógeno, que es una hormona sexual. La hormona se detectó a tres millonésimas de gramo en cada kilogramo de leche, mientras que la dosis más alta de ácido niflúmico fue menos de una millonésima de un gramo por kilogramo de leche.
Las pruebas también encontraron ácido niflúmico en la leche de cabra, mientras que la leche materna contenía rastros de analgésicos ibuprofeno y el naproxeno, junto con el antibiótico triclosan y algunas hormonas.
Para los aprensivos
Aunque las dosis son muy pequeñas, los más aprensivos tienen alternativas para evitar su ingesta. Una de ellas es el consumo de leche cruda orgánica, que disminuye las posibilidades de ingerir hormonas y sustancias químicas artificiales.
La leche cruda sin pasteurizar contiene todos los aminoácidos esenciales y ácido linoleico conjugado (ALC), un ácido graso Omega-6 correlacionado con el combate a la obesidad y con el incremento de las funciones metabólicas. Otra de las opciones planteadas que también evita las hormonas artificiales no deseadas es beber leche descremada.