Solo es necesario disponer de un fondo de despensa que salva cualquier circunstancia comprometida y evita tener que recurrir a la cartera para comer. La rapidez de preparación y su capacidad de conservarse durante largo tiempo son las dos características principales que deben cumplir los alimentos que lo compongan.
Los alimentos básicos que debe contener nuestra despensa son fáciles de adquirir y muy sencillos, a la vez que permiten elaborar ricos platos. Las legumbres, tanto secas como en conserva, son un producto imprescindible y muy recurrido. En el caso de que sean secas, es preferible tener lentejas porque su tiempo de cocción es más corto y no necesitan remojo.
Disponer de una despensa de arroz y pasta es un recurso muy socorrido
Pueden colocarse al lado de un paquete de pasta, que servirá como base de un plato italiano o como acompañante de una sopa. Los que no sean amantes de la pasta, pueden sustituirla por un kilo de arroz, que requiere también de poco tiempo de elaboración y es fácilmente combinable con pocos aderezos.
Además de los platos fuertes, el fondo de despensa exige tener una serie de productos básicos para condimentar las comidas. La sal es uno de ellos, junto con la harina con la que también se puede hacer pan. Una botella de aceite de oliva, base de la dieta mediterránea, nos ayudará en la preparación de platos o servirá para consumirlo con rodajas de pan.
¿Y los desayunos?
Es conveniente incorporar un par de litros de leche para desayunos improvisados, elaboración de ciertas salsas, para cocinar unas ricas croquetas o para servirla junto con el arroz de postre. En este caso, en cambio, hay que recordar que una vez abierta la caja es necesario conservarla en el frigorífico.
Las especias son muy útiles para darle un toque especial a las comidas, especialmente si son guisos. Azafrán, albahaca, orégano, pimienta o comino, entre otros, convierte un plato muy sencillo en un rico manjar. Por último, un buen fondo de despensa ha de contar con unos productos imprescindibles en nuestra gastronomía como los ajos, las cebollas o las patatas, que sirven como acompañamiento a cualquier plato.