En verano es innegable que hay que disfrutar de las frutas en sus múltiples variedades. Una macedonia, un helado, unos zumos o las piezas sueltas a media mañana son algunas de las maneras que tenemos para aprovechar un producto que, si bien en muchos casos podemos encontrar a lo largo del año, en estos días se presenta más apetitoso.
Agosto es el mes de la sandía y de las peras amarillas y de agua, que adquieren durante este mes su mejor punto de maduración y ofrecen un suculento sabor. Pueden combinarse a la perfección con otras frutas que también están en buen momento, como las piñas, uvas, aguacates, melones, ciruelas, kiwis o higos, todos ellos con mucho zumo, lo que nos ayudará a refrescarnos.
En verano, el clima incita a que el plato principal sea un pescado
El periodo estival, al margen del clima, invita a realizar comidas más ligeras y cómodas, propias de un momento más relajado. Las hortalizas y verduras son una opción a tener muy en cuenta a la hora de realizar las compras, más aún aquellas que están en su apogeo en agosto. Es el caso de la berenjena y el berro, que pueden servirse como plato principal. La patata nueva y la cebolla roja forman parte también de los productos típicos de temporada.
Al margen de estos alimentos, existen otros que mantienen su buen estado y sus propiedades durante este mes como la acelga, la calabaza, el calabacín, la judía verde, la lechuga, el pepino, el pimiento verde, el puerro, la remolacha, los tomates y las zanahorias. En este sentido, debemos tener en cuenta que la temporada de pepino se encuentra próxima a finalizar, por lo que es conveniente aprovechar este mes para nuestros gazpachos.
Mandan los pescados
Una vez resuelto el primer plato y el postre, comenzaremos a pensar en completar el menú con unos segundos basados en pescado, fácil y ligero de digerir. En este caso, la sepia, la dorada y el emperador son los más apropiados durante el mes de agosto y, junto con las verduras y las frutas, conformarán una alimentación sana y muy nutritiva.