El secreto para conseguir una buena fideuá es precisamente el mismo que el de la paella, aunque ésta surgiera realmente para hacerle la competencia.

La fideuá proviene de la paella, por lo que comparten el secreto de éxito

Cuenta la leyenda que la receta de la fideuá surgió en un barco. Al parecer el patrón de dicho barco era muy aficionado al arroz, por lo que al resto de marineros nunca les llegaba su ración de arroz a banda.

Cierto día el cocinero tratando de buscar una solución al problema decidió modificar la receta. Intercambió el arroz por fideos, con el fin de que el patrón no encontrará tan apetitoso el plato y la comida llegara para todos los tripulantes del navío. Sin embargo su intento fue en vano, ya que el invento gustó tanto que la receta se expandió por todos los restaurantes del puerto de Gandía bajo el nombre de “fideuada”.

Surgida como un modesto plato de pescadores, con el tiempo y su expansión, la fideuá ha visto cómo su receta se iba modificando, hasta el día de hoy en que existen multitud de versiones diferentes. Aunque la más reconocida y elaborada, es la surgida directamente de la paella, con la que guarda una gran semejanza.

La diferencia principal entre la fideuá y la paella, como cuenta su historia, radica en su ingrediente básico, el arroz. A pesar de compartir origen, proceso de elaboración e ingredientes principales, la fideuá se distingue de la paella en que en lugar de granos de arroz está compuesta por fideos.

Elaboración de la fideuá

Este plato se compone principalmente de unos fideos de pasta especiales cuya apariencia es muy característica y reconocible a primera vista. Se trata de unos fideos gruesos y huecos, cuya forma facilita la absorción del caldo y sabor de los demás ingredientes. En caso de no tener este tipo de fideo se puede utilizar cualquier otro tipo, aunque estos son los más absorbentes.

A pesar de existir distintas recetas todas tienen algo en común además de los fideos, el caldo. El secreto de una buena fideuá es el caldo o fumet de pescado. En caso de no tener tiempo o medios se puede recurrir al caldo ya preparado, que se puede encontrar en cualquier supermercado.

Para completar la fideuá se puede acompañar los fideos con carnes, pescados, mariscos y verduras al gusto del comensal.  Con paciencia y a fuego lento el resultado es inmejorable.