La nueva moda en la cocina se llama “globowls”. Este nuevo concepto debe su nombre a la fusión entre el clásico “Buddha Bowl”, un bowl salado que se llena de todo tipo de comida y recibe su nombre debido a su semejanza con la barriga de Buda; y la idea de mezclar ingredientes y sabores de todo el mundo.
Los “globowls” son la nueva moda de cocina fácil y creativa
El comer de un bowl es precisamente una imagen que habitualmente hemos asociado a la gastronomía oriental, aunque con el boom actual de la comida sana elaborada con semillas y cereales, el bowl ha aumentado enormemente su presencia en restaurantes y hogares.
Los “globowls” presentan una propuesta valiente, fácil y divertida en la que la imaginación es la clave del plato. Anima a mezclar sabores y alimentos de todo el mundo al gusto del consumidor, y resulta perfecto además para aquellos momentos en los que uno no se decide por qué comer.
Los “globowls” consisten en una base, ya sea de fideos, tallarines, arroz, o cualquier cereal o semilla, los cuales actualmente están cobrando mucho protagonismo como son la quinoa o la semilla de sémola (con la que se elabora el cuscús). La base de este plato se puede encontrar en cualquier establecimiento de alimentación, ya sea un supermercado, una tienda de productos ecológicos, o uno asiático.
Precisamente, en el caso de querer dar a nuestros “globowls” un toque verdaderamente asiático, en los establecimientos orientales podemos encontrar diferentes tipos de tallarines, fideos y salsas con las que alegrar la receta.
Para acompañar la base se puede optar por infinidad de cosas, en este plato no hay normas. Se puede acompañar con todo tipo de verduras como brócoli, pimiento, berenjena, zanahoria y calabacín, huevos escalfados, todo tipo de carnes, pollo o pescado, e incluso legumbres. Para los amantes de la cuchara, también tiene cabida la versión en caldo.
Ventajas de la moda “globowls”
Lo bueno de este nuevo concepto de cocina es que ofrece la posibilidad de jugar no solo con los ingredientes sino también con el recipiente. La forma del bowl es muy versátil y resulta perfecta para cualquier tipo de desayuno de yogurt o leche; o sopas, cremas y purés.
Su creatividad permite aprovechar las sobras o lo que se tenga por casa en cualquier momento, aportándole un toque moderno y sofisticado a lo que comúnmente se suele conocer como “comida de supervivencia”.