La mayonesa es una salsa que admite versiones de lo más sorprendentes. Se trata de una salsa que es la preferida por muchos para acompañar los pescados, pero que también combina a la perfección con otro tipo de recetas, como las pechugas de pollo empanadas o las patatas cocidas.
Se pueden elaborar diferentes versiones de mayonesa añadiendo a la salsa ingredientes como aguacate, mostaza o pimientos
No obstante, la mayonesa es una salsa de la que se pueden hacer originales y divertidas versiones. La salsa rosa o el alioli son las más conocidas, pero no las únicas. La salsa rosa es una mayonesa con salsa de tomate o kétchup a la que los expertos, además, añaden algunas gotas de zumo de naranja.
Una versión muy común del alioli, por su parte, se puede lograr al añadir a la mayonesa más tradicional ajo picado y perejil. No obstante, hay que señalar que los puristas del alioli defienden que ésta salsa debe ser en realidad una emulsión de ajo y aceite y que no debe llevar más ingredientes que ajos crudos, aceite y sal.
En los últimos tiempos, han proliferado nuevas versiones de mayonesa, tantas como las que la imaginación del cocinero puede concebir. De mostaza, de aguacate, de pimientos… Son infinitas las opciones.
En muchos casos, es tan sencillo como añadir cierta cantidad de ese alimento que con el que se quiere potenciar el sabor de la mayonesa a la salsa recién hecha. Una mayonesa de piquillos, por ejemplo, se logrará añadiendo pimientos a la salsa. Dependiendo de la cantidad, su sabor será más o menos pronunciado, pero seguro que sorprendente.
Del mortero a la batidora
Cabe recordar que la mayonesa es una salsa emulsionada que se toma siempre fría y que tiene como base el huevo y el aceite vegetal, que antes eran montados a mortero y hoy en día con batidora. En los países del Mediterráneo, es bastante habitual confeccionar esta receta en los hogares, mientras que en otros lugares se consume principalmente su versión industrial.
La mayonesa, o mahonesa, tiene su origen en Mahón en el siglo XVIII. Se cuenta que cuando el Mariscal Richelieu y sus tropas invadieron Menorca, una de las más gratas sorpresas que se llevaron gastronómicamente hablando fue la del alioli.
Al volver a Francia, su cocinero formuló una salsa muy similar, pero sin ajo, para conmemorar la victoria sobre los ingleses. Su nombre fue el de mahonesa.