Refranero popular y cena

El siempre sabio refranero popular nos aconseja cenar poco [Foto: diariovasco.com]

Curiosidades

El refranero popular nos dice que hay que cenar poco

La sabiduría popular nos habla, de diferentes maneras, de la importancia que tiene la cena en nuestra alimentación. Mejor dicho, la importancia que tiene saber cenar bien. Y es que, habitualmente, no se le suele dar valor al hecho de ingerir alimentos al finalizar la jornada, antes de acostarnos.

diariovasco.com | 20/04/2016 |

El refranero popular, siempre sabio, nos aconseja que no debemos cenar en exceso. Por ejemplo, para aquellos que realicen deporte en las últimas horas de la tarde la cena tiene un marcado carácter restaurador. Por ello, y en función del ejercicio que hayan realizado, deberán modular su ingesta de proteínas y carbohidratos.

 “¿Tienes ganas de morir? Cena cordero asado y échate a dormir”

Los refranes han sido básicos para la transmisión del saber durante siglos. El médico Juan (Iván) de Sorapán (1572-1638), un erudito que puede ser considerado como un auténtico divulgador científico, escribió en 1616 un libro titulado ‘La medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua’, donde explica el por qué de cada refrán, con citas de Galeno, Plinio, Platón, Averroes…

Y unos cuantos refranes tienen que ver con la última colación del día, como por ejemplo, “Quien quisiese vivir sano, coma poco y cene temprano” o “Después de comer, dormir, y de cenar pasos mil”. La versión reducida de este último refrán es “Después de la cena, suela”.

Todos tenían su razonamiento, es de suponer que por las consultas que le realizaban. Como “Quien cena y se va a acostar, mala noche quiere pasar” o “Quien mucho cena, mal duerme y pesadillas tiene”. O, “Más vale un no-cena que cien Avi-cena”.

Todos estos refranes hacen pensar que las costumbres dietéticas, el modo de vida saludable, sigue siendo similar a lo largo de los siglos. Ya lo dice el refrán: “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”.

La sabiduría popular, producto de la observación, indica que “A cenas de vino, desayunos de agua”. Es bien sabido que el alcohol deshidrata, por lo que a la mañana siguiente todo aquél que ha bebido la víspera más de la cuenta, toma grandes cantidades de agua para reponer líquido.

Cenas que perjudican

Se pueden mezclar conceptos y situaciones. Por ejemplo, “No bebas sin comer, ni firmes sin leer”, que sigue siendo vigente al día de hoy. “Come poco y cena temprano si quieres llegar a anciano”, “Más matan cenas que guerras”. Un curioso refrán como “¿Tienes ganas de morir? Cena cordero asado y échate a dormir”. Es de suponer por lo copioso de la cena. Finalmente, “La gota es mal de ricos y se cura cerrando el pico”.