El elevado precio de las especias más caras del mundo viene dado por su delicado cultivo, su complejo proceso de recolección o su escasez. Hay que señalar también que entendemos por especia, según la RAE, aquella sustancia vegetal aromática que sirve de condimento.
Las especias más caras son el azafrán, el cardamomo, la vainilla, la canela y el anís estrellado
Algunas de ellas tienen un precio realmente alto. Éste es el caso, por ejemplo, del azafrán, muy habitual en paellas y otro tipo de arroces. El azafrán recibe también el nombre de ‘oro rojo’ por su elevado coste, que responde a la delicadeza que exige tanto su cultivo como su recolección y manipulación.
El cardamomo, por su parte, es una especia típica de México y Guatemala y es conocida también como ‘granado del paraíso’. También se utiliza mucho en arroces y destaca por su potente olor, que deja notas cítricas, dulces, picantes y mentoladas.
La vainilla es un sabor muy presente en nuestras vidas, pero la más auténtica, la vainilla en vaina, no es nada barata. Su cultivo, normalmente en México por la influencia del especial clima de su Golfo, es larga y delicada y da como resultado unos palos negros y brillantes. Su aroma es muy intenso.
En esa misma línea, la canela es bastante cara si tenemos en cuenta su peso. Muy presente en postres (en natillas o arroz con leche, sobre todo), la canela también es cada vez más protagonista en bebidas, se puede adquirir en rama o en polvo. Se cultiva en lugares tan diferentes como China, India o Brasil.
El anís estrellado, por su parte, es una especia originaria de China y Vietnam y es muy valorado por sus poderes medicinales. Es diurético y también un aliado para las dolencias estomacales, como es el caso de la diarrea o los gases. Este anís tiene forma de estrella y poco tiene que ver con el anís que conocemos.
No sólo en la cocina
Para entender el precio elevado de algunas especias hay que tener en cuenta que no sólo se han utilizado a lo largo de la historia en la cocina, sino también con fines medicinales, como ingredientes de determinados perfumes o como conservantes de alimentos.