El Shakshuka es la versión árabe de nuestros huevos con tomate. Conocidos también como Shakshookah o Chakchouka (una palabra que en bereber significa guiso de verduras), su receta podría describirse como la de unos huevos escalfados sobre una enriquecida salsa de tomate. Se suelen servir sobre una sartén de hierro.
El Shakshuka más tradicional lleva una salsa de tomate, diferentes verduras y huevos escalfados
El Shakshuka (cuyo significado es “todo mezclado”) es típico de Oriente Medio y se prepara con una salsa de tomate, que lleva también pimientos, cebolla, guindilla, comino… Se trata, en definitiva, de una rica salsa de tomate hecha al gusto y, en muchos casos, con las especias típicas del país en el que se cocina, por lo que son muchas las versiones de Shakshuka que se pueden preparar.
Laurel, paprika o azúcar suelen ser otros ingredientes de la salsa de tomate. Aunque depende mucho de un país a otro, la receta del Shakshuka siempre suele tener un toque picante.
Cuando esa salsa se ha hecho a fuego lento, es el momento de poner sobre ella tantos huevos escalfados como deseemos. En la cocina árabe, suelen acompañarse de pan de pita, como otros muchos platos típicos de esas cocinas.
La historia del Shakshuka
Algunos libros especializados señalan que el Shakshuka tiene tanta popularidad en los países árabes porque en el Imperio Otomano era un manjar reservado para las personas más poderosas de la época. Nacido en el Norte de África, su presencia en las cocinas de Oriente Medio es innegable.
El Shakshuka tiene también sus versiones en otras gastronomías, como es el caso de los huevos rancheros, típicos de la cocina mexicana. En este caso, el picante no podía faltar, ni las tampoco las típicas tortitas. Los ingredientes son muy similares a los del Shakshuka, pero no son en salsa, sino guisados y con los huevos fritos o a la plancha.
En la cocina turca, por su parte, el menemen se asemeja mucho al Shakshuka y, de hecho, se considera una versión de ésta. En el menemen, el tomate es troceado y los huevos revueltos, pero los ingredientes principales siguen siendo los mismos que en el Shakshuka.
Como curiosidad, cabe señalar que cualquiera de estas tres recetas suelen tomarse como desayuno, ya que son perfectas para coger fuerzas antes de arrancar la jornada de trabajo.