El seitán es una carne vegetal que cuenta con detractores y defensores, quienes critican o alaban este modo de alimentarse. Y en los últimos tiempos se ha puesto de moda un producto no muy conocido pero de gran importancia para los vegetarianos: el seitán.
Proviene de la harina y se puede preparar en casa con cierta facilidad
Es gluten de trigo, por lo tanto, totalmente prohibido para los celíacos. Proviene de la harina y, aunque se comercializa en tiendas especializadas, se puede preparar en casa con cierta facilidad. Basta con preparar harina y la cantidad suficiente de agua para formar una bola que se despegue de los dedos. Después de dejarla reposar un tiempo, hay que empezar a lavarla, trabajándola, para que vaya perdiendo todo el almidón y quede solo el gluten. En ese momento el agua sale clara, no blanquecina. La bola habrá reducido notablemente su tamaño.
Luego se cuece con soja, alga kombu, sal, especias… hasta conseguir esta carne vegetal que tiene más proteínas que la carne animal: un 24% de su peso. Tiene una textura un tanto similar a la carne animal, pero es más digestiva, con muy poca cantidad de grasas (por lo tanto, recomendable para aquellas personas que tienen el colesterol alto), baja en calorías y con buenos niveles de lecitina.
Tal y como se conoce hoy el seitán fue introducido en Estados Unidos en la década de los años sesenta del siglo pasado, de la mano de George Ohsawa (Yukikazu Sakurazawa), (1893-1966). Fue la persona que sentó las bases de la macrobiótica, tal y como se conoce en la actualidad, basando su filosofía en los clásicos fundamentos del yin y del yan. Continuó con la línea de pensamiento budista de que la alimentación juega un papel fundamental no solo en el cuerpo, sino también en la mente de los individuos. Ohsawa dio numerosas conferencias en Estados Unidos y también en Europa, donde creó algunos centros para difundir la macrobiótica. En Norteamérica se le llama carne de trigo (wheat meat)
Otra dieta
Son muchos los deportistas que lo consumen (más allá de deportistas de élite como han sido Carl Lewis y Navratilova), por el aporte de proteínas. Ello implica, con el tiempo y con el trabajo en el gimnasio, un incremento del tamaño de los músculos.
Una vez cocido se corta en láminas y admite múltiples preparaciones: a la plancha, con arroz, con salsa, en estofado de patatas…, al gusto de cada uno.