Un plato de pasta

Un plato de pasta es una buena idea para contrarrestar la tan temida resaca. [Foto: Diariovasco.com]

Mitos y remedios

¿Qué alivia la resaca?

Si anoche se te fue la mano con el alcohol, deberás saber que hay algunos remedios infalibles para que hoy te sientas mejorÂ… Pero que también hay unos mitos muy extendidos que no te servirán de nada.

diariovasco.com | 20/12/2013 |

En Navidad muchas personas toman alcohol con más frecuencia y en mayores cantidades que durante el resto del año. Por ello, nadie está a salvo de la temida resaca, esa sensación de malestar al día siguiente de que se te haya ido la mano con el alcohol. Alrededor de esta conocida sensación hay todo un mundo de mitos, pero también algunas soluciones.

Empecemos por los mitos. Comenzar el día siguiente con una cerveza para mejorar la resaca no tiene justificación alguna, así como el café, un estimulante gástrico que no asienta precisamente el estómago. Leche con galletas o pan forman, sin duda, un mejor desayuno.

Los alimentos suaves, densos y espesos (y no líquidos) o los zumos de fruta son muy recomendables para el 'día después'

El ibuprofeno o los protectores estomacales, obviamente, alivian los síntomas, pero no hacen más que enmascararlos, por lo que tampoco son una solución. Tampoco tiene mucho sentido esa creencia de que bebiendo un vaso de agua por cada copa al día siguiente estarás mejor. El agua, claro está, es buena, pero no se notarán sus efectos ya que, sencillamente, no tendrá ninguno. Los refrescos light o las tónicas no se sienten ni en las sensaciones del día siguiente ni en la báscula. De hecho, la falta de azúcares hará que la borrachera sea más inmediata, por lo que no son recomendables a la hora de mezclarlos con alcohol de alta graduación.

Sí te ayudarán

Para el día siguiente a un exceso de alcohol, no hay nada mejor que una comida suave repleta de alimentos blancos. Huevos, lácteos, arroz, pasta, cereales… Son comidas que nos sentarán mucho mejor que las grasas o los sabores fuertes, ya que estos últimos ralentizan el funcionamiento del estómago. Paradójicamente, el cuerpo y el cerebro nos piden más comidas contundentes y grasientas.

En esta misma línea, hay que tomar alimentos densos y espesos y no líquidos. Los zumos de frutas, ricos en vitaminas y antioxidantes también son muy recomendables en estas situaciones. Los cítricos siempre encajan bien. Así mismo, como de lo que se trata en realidad es de ingerir antioxidantes, los batidos de fruta son especialmente buenos para estas situaciones.