A la hora de entrar en la cocina, cada uno de nosotros tiene sus propias manías. Algunos son muy tradicionales y cocinan las recetas de siempre tal y como se ha hecho toda la vida: con productos de temporada, dedicándole el tiempo pertinente y no utilizando productos modernos que pueda romper el proceso concreto de cada una de las recetas que realizan.

Sin embargo, hay otras personas que, o bien porque no les gusta cocinar o porque prefieren aprovechar las ventajas de la innovación y disfrutar del tiempo que ahorran con ellas.

Ambos casos son muy diferentes, pero para los dos existe un tipo de placa concreto. Las personas que se definen dentro del primer caso suelen preferir vitrocerámica y los segundos, las placas de inducción. ¿Es mejor una que otra? Lo cierto es que la segunda tiene muchas más ventajas que la primera en lo que a seguridad, ahorra energético y de tiempo se refiere, pero económicamente hablando son más caras y para según qué tipo de comidas, son más indicadas unas que otras. En cada uno está decidir cuál es la que mejor le va a cada uno.

Ventajas de la placa de inducción

Las principales ventajas son:

-  Son mucho más ecológicas: puesto que al funcionar por ondas, la placa se calienta mucho más rápido y también se apaga antes.

-  Son más seguras: tienen numerosos sistemas pensados no sólo para adultos, sino también para niños y personas mayores que son las que, por lo general, más problemas domésticos pueden sufrir a este respecto.

-  Son mucho más sencillas de limpiar, especialmente cuando se nos derrama algún producto sobre ellas.

-  Se paran cuando lo necesitemos: la mayoría de las placas de inducción cuentan con temporizador, por lo que no tenemos por qué estar pendientes de la comida mientras se hace, siempre que sepamos que en ese tiempo no tenemos que darle vueltas o no se nos va a quemar ni derramar.

Vitrocerámica

Visto lo anterior, está claro que los expertos se suelen declinar más por el anterior tipo de cocina que por éste, sin embargo, la vitrocerámica también tiene sus  ventajas:

-  Es más barata que la placa de inducción

-  Una vez apagado el fuego sigue manteniendo el calor durante un tiempo, por lo que se puede dejar reposando la comida sin que ésta se queme.

Ahora te toca escoger a ti la que mejor te convenga, según tus necesidades, presupuesto y forma de cocinar.