El restaurante danés Noma regentado por el joven chef Renè Redzepi, ha sido distinguido como el mejor restaurante del mundo en varias ocasiones por la revista Restaurant en Londres, pero existe en el mismo país un restaurante que ofrece una muy diferente gastronomía que tiene, además, un fin solidario.

Cada año los supermercados y las industrias de los países ricos desechan infinidad de productos alimenticios y no porque estén malos sino porque, simple y llanamente, estos productos no se adaptan a las demandas de la cultura del consumo.  

Los productos que los supermercados no venden son por distintos motivos: su forma o tamaño, exceso de mercancía, falta de espacio en almacenes o por estar a punto de caducar. En ningún caso es por estar en mal estado.

Ahora que la crisis golpea con fuerza a todos los ámbitos de la sociedad, son muchos los que han levantado la voz para tratar de denunciar este derroche tan enorme, pero lo cierto es que, todavía, en muchas grandes superficies se tira comida. Cualquier pequeño detalle puede hacer que sean desechados esos alimentos frescos y comestibles que ahora tienen una salida en un restaurante danés cuya iniciativa tiene como fin luchar contra el despilfarro de comida.

Se trata del Rub&Stub, un restaurante de Copenhague cuyo beneficio es destinado a apoyar iniciativas de solidaridad y cooperación con el Tercer Mundo. Aquí, cerca de 70 voluntarios trabajan a favor de esta iniciativa, como camareros o captando a proveedores y establecimientos.

El Rub&Stub es un restaurante de Copenhague cuyo beneficio es destinado a apoyar iniciativas de solidaridad y cooperación

Aunque han cerrado acuerdos con un par de grandes supermercados, no se llega para cubrir todas las necesidades de la cocina −de momento, en torno al 30%−, por lo que es necesario comprar ingredientes. La dependencia de las donaciones condiciona la carta, que cambia muy a menudo.

Proyectos solidarios

Los beneficios que se obtienen del restaurante solidario Rub&Stub se destinan a diferentes proyectos humanitarios de Sierra Leona (África), estos proyectos persiguen mejorar el acceso y educación a los niños, desarrollar modelos de negocio en los que las mujeres africanas producen bufandas y bolsos diseñados por creativos daneses para poder sustentar a sus familias, o crear centros educativos para niños y jóvenes marginales.

El restaurante se abandera como un lugar ideal para que las empresas alimentarias reduzcan sus desperdicios alimentarios, aunque no se deberían designar así ya que se pueden comer sin ningún problema, pero la realidad es que estos productos acabarían en el cubo de la basura. Sus responsables aclaran que sus alimentos no proceden de la basura, cuentan con las garantías oportunas y los comensales pueden comer con total tranquilidad y sin temor de que puedan sufrir una intoxicación alimentaria. Los alimentos son obtenidos de agricultores, fabricantes, comercios de alimentación, etc., poco a poco van ampliando su cartera de proveedores y quizá, si el proyecto se desarrolla tal y como se espera, se abran otros establecimientos en el país.