‘Eso solo son calorías vacías’ es una frase que probablemente todos hayamos escuchado más de lo que deberíamos. Alimentos y bebidas azucaradas, alcohol… muchas de las bebidas y alimentos que ingerimos las llevan y hacen un flaco favor a nuestra salud.

Se usa el término calorías vacías a los alimentos con un gran aporte de calorías y sin nutrientes

El concepto de calorías vacías hace referencia a los alimentos que apenas tienen nutrientes, o tienen muy pocos, aunque aportan un gran chute de energía gracias al azúcar. Aunque haya alimentos que incluyen azúcar en su composición, como pueden ser las frutas, éstos cuentan con diversas propiedades beneficiosas para nuestra salud, por lo que su consumo está justificado.

El problema viene cuando se añaden azúcares a alimentos que naturalmente no deberían llevarlos y su aporte de nutrientes es muy reducido o nulo. Para hacerse una idea, la recomendación, para personas que tienen entre 2 y 18 años de edad, es que la ingesta de calorías vacías diarias oscilen entre el 8% y el 20% como mucho. El problema es que en la actualidad el consumo real se sitúa en el 40%. En todo caso, lo ideal es suprimir por completo este tipo de “suplemento” en nuestra dieta.

Alimentos cargados de calorías vacías

En el ranking de los alimentos que más calorías vacías contienen podemos encontrar:

• Las bebidas para deportistas o energéticas: Tienen un alto contenido en azúcar y apenas contienen minerales.
• Los refrescos: Como se ha mostrado muchas veces en los medios de comunicación una lata puede contener hasta seis terrones de azúcar blanco. De hecho, parece ser que beber una lata al día puede llegar a aumentar hasta en un 23% las posibilidades de sufrir enfermedades del corazón. En este caso las autoridades sanitarias plantean una fácil solución, sustituirlos por agua, infusiones o leche desnatada.
• Los zumos envasados: Lejos de ser una fuente de vitaminas, presentan una carga de calorías vacías excesiva.
• Las golosinas, galletas, snacks, bollería, cereales…: En este caso, muchos de ellos hacen hincapié en su aporte de vitaminas u otras propiedades, aunque su alto contenido en grasas y azúcares deja sus “beneficios” en un segundo plano.
• Alcohol: El consumo de alcohol no solo dificulta el aprovechamiento de nutrientes, sino que una copa de vino contiene alrededor de 100 kcal de las cuales no el organismo no puede beneficiarse.