Carne a la parrilla, asada, a la plancha… Son muchos los trozos de carne que se preparan diariamente en todo el mundo, y son muchos los errores que sin darnos cuenta solemos cometer al cocinar la carne. Uno de los más comunes suele ser el poner la carne en la sartén inmediatamente después de sacarla del frigorífico. Esto hace que la pieza a cocinar sufra un cambio excesivamente brusco de temperatura que provoca que la carne no esté tan tierna como realmente es.

Es algo que tiene una solución muy sencilla, que no es otra que sacar la carne un tiempo antes de prepararla, aproximadamente 30 minutos antes, de forma que le dé tiempo a atemperare.

Carne: muchos creemos que cocinarla es una tarea sencilla, pero realmente esto no es así, ya que se suelen cometer muchos errores de bulto

También resulta imprescindible a la hora de preparar bien una carne que el recipiente o el lugar donde vayamos a prepararlo esté bien caliente. Ya sea en una sartén con aceite, en una placa de horno, o en una parrilla, ésta debe estar bien caliente antes de poner sobre ella el trozo de carne que queramos preparar.

Secar la carne, clave

Otro de los errores que más solemos cometer y que más fácil resulta de evitar es el tener la carne bien seca cuando la vayamos a poner en la sartén. En numerosas ocasiones la carne que vamos a preparar la tenemos húmeda bien por el frigorífico, bien por el propio jugo que ésta tiene, esto hará que al freírla no le entre directamente el calor a la misma y en lugar de freírse, comience a cocerse, por ello, resulta conveniente emplear un papel absorbente para secarla si vemos que la carne no está del todo seca.

A la hora de freír en una sartén un filete por ejemplo, lo recomendable es darle únicamente una vuelta, sin andar mareándolo por la sartén, y hacerlo con unas pinzas de forma que la pieza de carne no sufra perforaciones que le hagan perder los jugos que contiene. Además, cuando estamos haciendo la carne en la parrilla y le queremos dar la vuelta antes de que esté lista, esta tiende a pegarse o desgarrarse.  

Cuando la cocinamos, sin duda, es recomendable dejarla poco hecha, y que cada uno luego pueda decidir si pasarla un poco más o no, que dejarla demasiado hecha, ya que no tendría remedio. A la hora de salar las piezas también resulta importante tomar la decisión adecuada de si emplear la sal gorda, la fina o la de escamas, y el momento en la que emplearla.