El crumble es un postre de origen anglosajón, de preparación muy fácil y que ofrece una forma diferente de disfrutar de la fruta. Con manzana, ciruelas, frutos rojos… cada uno puede escoger con qué hacerlo, aunque también existen nuevas versiones para los más golosos que incluyen otros dulces pecados en lugar de las frutas.

El crumble se prepara con harina, mantequilla y azúcar y se presenta siempre templado

El crumble de manzana es el clásico. Básicamente el crumble hace referencia a una base dulce de fruta u otro ingrediente cubierto por una masa de harina, mantequilla y azúcar. La clave se esconde en el golpe de calor que se le da introduciéndolo al horno, con el que se ablanda la fruta y se consigue una cubierta crujiente.

Pero hay que tener un poco de mano al prepararlo, ya que uno de los grandes fallos es que la cubierta se humedezca con la fruta y no quede todo lo crujiente que debería. Para conseguir que quede bien tostado y suelto, un buen truco es hornear primero la masa sola, sin la fruta. Se coloca en una bandeja extendida y se seca un poco, para ya después añadirlo después de la fruta y volver a hornearlo.

¡Importante! La mantequilla se añade después del horneado, muy fría y en trozos pequeñitos, de lo contrario se derretirá y empapará toda la mezcla ablandándola. Se pica mucho y se mezcla con la ayuda de las manos.

Además, se pueden incluir algunos ingredientes a la mezcla para conseguir un ‘crunch-crunch’ mejor. Un buen truco es echar también copos de avena, frutos secos picados (almendras, avellanas, nueces…) o incluso caramelo picado.

El acompañamiento del crumble

Originalmente el crumble va con frutas, aunque también se usa con otro relleno o para cubrir tartas. Si se utilizan frutas dulces, como manzanas o uvas, no se suele añadir azúcar a la cubierta. Pero en caso de utilizar frutas ácidas conviene hacerlo. De hecho, incluyendo distintos tipos de azúcar se aporta textura a la mezcla.

Aunque una de las versiones más populares es la de crumble con helado o natillas. En este caso se suele preparar el crumble al horno y se añade como base o como cubierta del helado.

Sea cual sea su relleno o acompañamiento se presenta templado y  con un poco de nata o chocolate caliente.