La coca de San Juan es un bocado que no puede faltar en la velada que abre paso a una temporada de buen tiempo, risas, viajes y grandes emociones. Tras el pescado y las carnes elaborados a la parrilla, que muchos preparan para esta cena, en diversos puntos del país, como Cataluña o la Comunidad Valenciana, deleitan su paladar con el bocado de una tradicional coca de San Juan.
La clave de una buena coca de San Juan es la crema
Parece ser que toda fiesta que se precie en el mundo tiene un dulce como protagonista, que se encarga de que no falte esa nota de sabor que tanto nos gusta. De hecho, la coca de San Juan es similar al resto de cocas que se preparan en otras festividades a lo largo y ancho del mundo.
La coca de San Juan cuenta ya con infinidad de versiones. Además, dada la sencillez de su preparación, se puede adaptar a los gustos del comensal. La tradicional, la de toda la vida y con la que más adeptos cuenta es la coca elaborada con masa madre y recubierta con crema y piñones, una versión muy similar a la tradicional larpeira gallega. No obstante, desde hace mucho la coca que incluye frutas confitadas y llardots en su composición es muy popular también.
Claves de la coca de San Juan
El toque estrella de la coca son sin duda los elementos que la recubren una vez preparada la masa. Por lo que, tras preparar la misma, que puede ser masa madre o masa normal, hay que concentrarse en la crema.
Para elaborar la crema que cubrirá la masa y dará ese toque de sabor restando sequedad, se deben seguir los mismos pasos que cuando se prepara una crema para cualquier otro dulce, ya que es la misma. Basta con poner en un cazo leche, con una rama de canela y cáscara de limón, echando también maicena y yemas de huevo batidas.
Si se va a cubrir también con fruta escarchada, conviene tenerlo en cuenta con antelación, ya que se necesita cierto tiempo para preparar la misma. Para su elaboración se pueden encontrar los pasos aquí.