El salvado es una parte de alimentos que consumimos a diario pero del que por decisión propia o impulso decidimos renunciar, la cáscara. Concretamente, el salvado que se puede encontrar en el mercado es el polvo elaborado a base de las cáscaras de alimentos como el arroz o la avena.

El salvado representa una gran fuente de vitaminas del grupo B y fibra

La cuestión es que en el mercado estamos acostumbrados a adquirir los alimentos sin cáscara, como es el caso del arroz blanco, dado que sin esta parte el resultado resulta más fácil y rápido de cocinar, y a menudo más sabroso o jugoso. En ese proceso de pelado pierde todas las propiedades que porta la cáscara, el salvado, y que no son pocas.

Aunque también hay quien apuesta por mantener una buena salud y opta por el arroz integral, el cual conserva la cáscara, o por los cereales integrales. Se trata de una diferencia mínima a la hora de disfrutar del alimento si se tiene en cuenta el beneficio que supone.

Dependiendo del salvado por el que se opte, las propiedades son unas u otras, aunque en líneas generales esta parte del cereal se caracteriza por presentar un alto contenido en vitaminas del grupo B y fibra.

En el mercado se pueden encontrar principalmente dos tipos de salvado: el de avena y el de trigo. Sea cual sea el tipo de salvado escogido, se suele consumir con leche o con otros productos lácteos como el yogur.

Propiedades del salvado de trigo

El salvado de trigo, por ejemplo, se caracteriza por representar una gran fuente de potasio, ayudando así a regular la presión arterial y manteniendo una correcta circulación sanguínea. Cuenta además con un alto índice de hierro, lo que lo hace un alimento muy recomendable para personas que padecen anemia por falta de este mineral, así como para personas que realizan un ejercicio físico intenso y habitual.

En su composición destacan también el zinc, que contribuye a los diferentes procesos de crecimiento y nos ayuda a mantener en forma nuestro sistema inmunitario. Es acusada también la presencia de fósforo, que contribuye a mantener sanos y fuertes huesos y dientes.