Pescado a la parrilla, sol, playa, sangría… llega el calor y el buen tiempo y con él las clásicas barbacoas y parrilladas, que no pueden falta en verano. Si quieres sorprender a los comensales con un suculento pescado de piel crujiente, en el próximo evento, coge lápiz y papel.
Para que el pescado no se pegue importante limpiar bien la parrilla y echar abundante aceite
El primer paso para conseguir un gran pescado a la parrilla es tener la rejilla bien limpia. Los restos de preparaciones anteriores suelen ser el principal problema a la hora de evitar que el pescado se quede pegado. Si queremos evitar que la pieza se rompa o pierda partes de piel, hay que limpiar la parrilla con un cepillo de cerdas duras, hasta eliminar todos los restos. Una vez se haya terminado, basta con pasar un trozo de papel de cocina húmedo para evitar el polvo restante.
Si no se tiene cepillo de cerda dura a mano, se puede poner papel de aluminio sobre la parrilla con las brasas bien calientes, o si es eléctrica con la temperatura a unos 280ºC, y dejar al calor actuar un rato. De esta forma, la suciedad se ira descomponiendo.
Y cuando esté la parrilla bien limpia, es importante lubricarla con aceite a conciencia. A la hora de dar la vuelta al pescado, se deberá ir humedeciendo con un pincel o con un poco de papel de cocina empapado en aceite, de forma que no chorree haciendo saltar llamas.
Pero sobre todo, si quieres evitar que tu pescado a la parrilla se pegue, es importante esperar a que las brasas y la rejilla estén bien calientes. Si estás utilizando carbón, estará a la temperatura perfecta cuando se torne de color gris.
Poner el pescado en la parrilla
Llegado el momento de poner el pescado en la parrilla y lo primero que se debe hacer es sazonarlo. Todo aderezo es bienvenido, pero se debe tener en cuenta que los adobos que contienen azúcar no son el mejor aliado, ya que esta sustancia favorece que el pescado se pegue.
En caso de tratarse de un pescado entero, para que la sazón penetre bien y el pescado se cocine de manera uniforme, se deben realizar unos cuantos cortes en perpendicular a la espina dorsal, desde la cabeza hasta la cola.
Con todo listo, basta con poner el pescado sobre la parrilla e ir dándole la vuelta de vez en cuando para que se cocine por las dos partes. Si lo que tenemos delante son lomos, lo mejor es ponerlo primero sobre el lado de la piel, ya que esto nos ayudará a que la pieza no se rompa.