Mantener una correcta seguridad alimentaria es muy complicado y existen ciertos errores, tanto a la hora de cocinar, como de conservar y descongelar los alimentos y preparación que ponen en peligro la salubridad de su composición.
Por seguridad alimentaria se debe evitar servir la tortilla en el plato que se ha utilizado para darle la vuelta
El primer error habitual a la hora de manipular alimentos es subestimar un gesto tan cotidiano como limpiarse las manos. De las herramientas que utilizamos para cocinar, las manos son, sin duda, una de las más peligrosas en cuanto al trasvase de microorganismos se refiere, ya que no solo se utilizan al preparar cada uno de los alimentos, también traen consigo microbios adquiridos al toser, estornudar o tocar las manillas de puertas u otras superficies. Para evitar problemas es aconsejable limpiarse las manos tanto al inicio, como al pasar de unos alimentos a otros.
Otro error muy habitual es dejar los alimentos descongelando en la encimera de la cocina. La seguridad alimentaria peligra sobremanera al descongelar alimentos y preparaciones al aire, ya que los microorganismos encuentran en la temperatura ambiente la medida de grados perfecta para surgir y reproducirse.
Para evitarlo y descongelar las preparaciones de manera segura, se debe descongelar en el frigorífico y consumir en menos de 24 horas. Y sobre todo, en ningún caso se deben volver a congelar los alimentos.
Otros errores muy comunes
Puede parecer un gesto inofensivo, pero la preparación del plato más tradicional de la gastronomía de nuestro país cuenta con un paso en su receta que conlleva riesgos. En ningún caso se debe utilizar el plato utilizado para dar la vuelta a la tortilla de patata para presentar después la tortilla.
Existe una gran concienciación en lo que a seguridad alimentaria y huevo se refiere, pero un error muy común es reutilizar el plato utilizado para cocinar, en el que permanecen restos de huevo crudo, pudiendo coger así la temida salmonella. Hay quien le da una pasada de agua y lo seca con un trapo, pero las bacterias no solo permanecen en el plato sino que además se pasan también al trapo, favoreciendo así la contaminación cruzada.
De hecho, la contaminación cruzada es uno de los principales focos de intoxicación en la cocina. Para evitarlo, además de mantener una correcta higiene en las manos y todos los utensilios de cocina, conviene evitar conservar en la nevera alimentos crudos junto con alimentos ya preparados.