Ensalada con queso de Burgos

Ensalada con queso de Burgos [Foto: diariovasco.com]

Curiosidades

¿Por qué el queso de Burgos engorda menos?

Que el queso de Burgos engorda mucho menos que otras variedades es algo muy extendido en el conocimiento popular, pero ¿sabes por qué?

diariovasco.com | 17/07/2018 |

El  queso de Burgos engorda menos que otros quesos, está comprobado. Es muy habitual encontrar el queso de Burgos en las dietas, cuando alguien acude a un profesional para bajar de peso, pero si lleva la misma leche que el resto de quesos, muchos se preguntarán a qué se debe.

El secreto no se esconde tanto en sus ingredientes, como se podría pensar, sino en su producción. Gracias a su proceso de elaboración, al igual que otros tipos de queso fresco, el queso de Burgos ofrece un resultado menos graso en comparación con otros quesos y otros alimentos.

La clave se encuentra en la leche. Ésta presenta un 3-4% de grasa de su composición sólida. Es decir, si el queso no es sometido a ningún tratamiento para reducir este porcentaje (como se hace en los quesos light), el porcentaje de grasa de un queso de Burgos es del 15-18%.

La composición del queso de Burgos contiene además 203 calorías por cada 100 gramos, 14 gramos de proteínas, 15 gramos de grasas y 2,5 gramos de hidratos de carbono.

La gran diferencia entre el queso de Burgos, o los quesos frescos, y el resto de variedades, es el proceso de curación. Durante este procedimiento los quesos van perdiendo suero, y este elemento es clave a la hora de determinar el peso neto del queso y su concentración de grasa. Es decir, para conseguir la consistencia del queso que no es fresco, se tiene que usar mucha más leche, sumando así al resultado las grasas consecuentes.

El queso de Burgos engorda mucho menos que…

Por otro lado hay ciertos quesos que no solo engordan más que el queso de Burgos, sino que presentan un altísimo contenido en grasa, posicionándose entre los alimentos con más grasa de nuestra dieta.

Un queso cheddar, por ejemplo. Es un 34% materia grasa, y un gruyer algo más del 32%. Otros quesos muy habituales en nuestros postres y salsas, como es el caso del roquefort, también presentan un índice de grasa considerable, en este caso superior a un 30% y el queso azul, alrededor de un 28%. El parmesano, que tanto gusta en platos de ensalada y pasta presenta un 28%, y el edam y el brie, un 27%.