El agua es la única bebida capaz de quitar la sed. Ni los refrescos, ni el vino, ni la cerveza pueden hacerlo y por muy raro que resulte a primera instancia, el agua aromatizada tampoco. Esta última, por muy extraño que parezca, debería estar catalogada como refresco, ya que contienen aditivos, edulcorantes y/o conservantes.

El líquido que necesita el organismo para funcionar correctamente se adquiere únicamente con la ingesta de agua. Por supuesto, pueden consumirse otro tipos de bebidas, como zumos, cervezas, vinos o refrescos, pero siempre con moderación y de forma ocasional, nunca como sustitutivo del agua.

Agua: la sensación de sed surge cuando el organismo sufre una pérdida hídrica

Los expertos aseguran que no se debe beber agua solamente cuando se tenga sensación de sed, sino que es necesario tomarla incuso antes de sentirla. De hecho, cuando una persona se siente sedienta quiere decir que su organismo ya ha experimentado una pérdida hídrica del 1%.

La ingesta media de agua en los hombres está recomendada en dos litros y medio al día, mientras que el de las mujeres se encuentra en dos litros. Los expertos reconocen que la ingesta del 80% de estas cantidades sería suficiente, ya que el 20% restante podría ingerirse mediante otro tipo de bebidas o alimentos.

El agua es la bebida perfecta para quitar la sed e hidratarse, ya que las bebidas refrescantes y azucaradas, aunque parezcan hidratar, solamente incrementan las calorías, además de generar aún más sed.

¿Agua fría o templada?

Para el cuerpo resulta mucho más fácil absorber el agua templada, ya que hace que éste recupere más rápido el líquido que ha perdido a través de la sudoración. No obstante, en temporadas de mucho calor se suele optar por bebidas frías, que generan una sensación casi instantánea de bienestar en el cuerpo.

Esta sensación está más relacionada con el placer que con la necesidad. Y es que los receptores de temperatura de la boca y del cuerpo no están conectados, por este motivo, si por ejemplo se coloca un hielo en la boca, la sensación de sed cesará, aunque el cuerpo no se haya hidratado.

La sensación de saciedad que generan las bebidas frías se debe a un mecanismo del cuerpo que trata de evitar la ingesta excesiva de agua en el cuerpo. Por ese motivo, los expertos recomiendan beber agua templada, aunque al final, es cuestión de gustos.