La olla a presión no es ningún invento nuevo en la cocina, aunque descubrir sus bondades, para muchos, supone un antes y un después a la hora de preparar mil recetas habituales en las que es necesario cocer verduras, legumbres…
Al cocinar con una olla a presión es importantÃsimo que salga todo el vapor antes de quitar la tapa
Hay quien decide ni probarla por miedo, pero si se tiene cuidado, en principio, la olla a presión no entraña ningún riesgo. Para asegurarnos de no llevarnos sustos y asà aprovechar la rapidez y eficacia con la que conseguimos las recetas con ella, hay que prestar atención a algunos detalles.
Lo primero a tener en cuenta al cocinar con una olla a presión es cuánto la rellenamos. Aunque su capacidad sea muy amplia no se deben sobrepasar nunca más de tres cuartas partes del recipiente con el contenido. Con el lÃquido que se incluye la olla genera vapor y debe tener espacio para ello.
Cerrar bien la tapa de la olla express resulta imprescindible. Algo que se podrá hacer de forma fácil, ya que se nota cuando está bien cerrada. Normalmente al encajarla bien tiende a sonar algún sonido tipo “clac”. Este paso se deberá hacer antes de ponerla en el fuego.
Aunque en el caso de las legumbres, tienden a soltar impurezas al agua cuando empiezan a hervir, si se quiere retirar esa espumita que se genera, lo mejor es llevarla a hervor sin la tapa, retirar la espuma y ya después cerrar bien la tapa.
Sabremos que está listo cuando el indicador de la olla a presión nos avise. En la mayorÃa de ellas la tapa cuenta con una pieza que asciende cuando la receta está lista, en el momento que se vea la segunda anilla de la pieza querrá decir que nuestro plato está listo y hay que retirar la olla a presión de la fuente de calor.
Abrir la olla a presión sin correr riesgos
Y una vez esté lista nuestra receta o alimentos cocidos llega el momento crÃtico de retirar la tapa, aunque lo cierto es que no tiene ningún misterio. La clave está en dejar que la olla suelte todo el vapor (si no puede resultar peligroso).
Podemos seguir varios métodos. Una opción es dejar que la olla a presión suelte el vapor por sà sola. Sabremos que no tiene vapor cuando la pieza de aros que indica que la receta ya está vuelva a su posición inicial. Pero para asegurarnos, conviene dejarlas reposar unos 10 minutos más o apretar el botón que incluye la tapa y que facilita la salida del vapor.
Si nos corre un poco de prisa, se puede vaciar el vapor utilizando el mismo tapón y poniendo la olla bajo un chorro de agua frÃa, que acelerará el proceso.