Preparar la cerveza de mantequilla de Harry Potter puede parecer un proceso extremadamente complicado, pero no es necesario tirar de magia para lograrlo. Ciertamente, uno de los datos que los fans de esta delicia desconocen es que ni es mágica, ni fue inventada para el mundo mágico.
La cerveza de mantequilla de Harry Potter se puede adaptar a todas las edades
La autora de libro se basó en una antigua receta registrada en 1596 bajo el nombre buttered beere, un estilo de cerveza muy popular en la época de la Inglaterra de los Tudor. En aquella época era habitual beber cerveza caliente y mezclarla con otros ingredientes, uno de los cuales era la versión de lo que hoy conocemos como mantequilla.
Algunos de los ingredientes para preparar este mágico manjar son muy obvios, como la cerveza y la mantequilla. Otros ingredientes son muy fáciles de adivinar, como azúcar, tanto blanco como moreno, y yemas de huevo. Por último, nos encontramos con los componentes que quizás no hubiéramos imaginado, como jengibre en polvo, nuez moscada o en polvo y clavos de olor molidos.
Tal y como hemos mencionado, se trata de una cerveza caliente y el problema reside en que, al calentar la cerveza, ésta pierde gas y resulta imposible conseguir la espuma para el toque final. Por este motivo hay que reservar un poco de cerveza para utilizarlo en el final del proceso.
La cerveza debe calentarse en un cazo junto con todas las especias para luego batirlas y conseguir una crema espesa. Los ingredientes restantes, es decir, las yemas y el azúcar, deben batirse por separado y añadirse a la cerveza cuando ésta esté caliente.
La mantequilla es un elemento crucial en este proceso, y hay que añadirla prácticamente al final, ya que el siguiente paso tras hacerlo es espumar la cerveza que no se ha utilizado al principio. De esta forma habrás conseguido crear cerveza de mantequilla sin ninguna ayuda mágica.
La cerveza de mantequilla de Harry Potter para todas las edades
El sabor de cada cerveza de mantequilla es distinto para cada uno, y es que lo bueno de esta bebida es que la puedes preparar a tu gusto. Esto quiere decir que también puede crearse como una bebida no alcohólica, especial para los más pequeños de la casa. El truco reside en cambiar el ingrediente principal, la cerveza, por un batido de leche con vainilla.