Aprovechar las sobras de la comida es un acto de ahorro, pero también de responsabilidad y mucho más en los tiempos que corren. De todos modos, no se trata de algo nuevo o que se realice cada vez con mayor frecuencia por las circunstancias, sino que se ha venido realizando desde los tiempos más remotos tanto por las amas de casa, como los profesionales de la cocina, incluso aquellos que regentan restaurantes importantes.  Unos restos que se suelen utilizar, o bien para hacer purés o también, a modo de condimento o salsa para diferentes platos.

Pero es que además, también hay productos que, como el pan, se pueden emplear al día siguiente o pasados unos días para elaborar deliciosas recetas que nada tienen que envidiar a las novedosas creaciones de los chefs de los grandes restaurantes y que además, bien te pueden solucionar la comida del día siguiente.

Platos con pan

Que sobre pan en una casa es algo muy habitual, especialmente cuando solo viven una o dos personas. Y es que, al ser ‘animales de costumbres’, tendemos a comprar la misma cantidad de pan para cada día, pero no siempre se utiliza como acompañamiento a los platos que realizamos.

El pan de días anteriores se puede utilizar para preparar recets como una sopa de ajo, un gazpacho o unas migas

Así pues, hay gente que deshecha el pan, pero otros, ahorradores y responsables con el entorno, lo conservan para consumirlo al día siguiente o para realizar diferentes platos. Consumido al día siguiente es cierto que tiene el mismo sabor que como si estuviera recién hecho, pero calentado en el horno o descongelado (se puede meter el día anterior y sacarlo a primera hora de la mañana) resulta muy apetecible.

Pero además, también se puede utilizar el pan que sobra para realizar los siguientes platos: por ejemplo, de primero, unas ricas sopas de ajo o también conocidas como ‘sopa castellana’. Su elaboración es muy sencilla y solo hace falta huevo, sal, agua y un poco de pimienta para elaborarlas.

En verano y como primer plato, también podemos preparar un exquisito gazpacho. Es cierto que hay muchas versiones para la elaboración del mismo, pero añadiéndole pan a los ingredientes básicos (tomate, pimiento, cebolla, huevo cocido, aceite, agua y sal) queda más espeso y apetecible.

A modo de primer o segundo plato, también se pueden realizar unas migas. Un plato muy nutritivo, rápido de hacer y barato y, por último, a modo de postre, podemos preparar unas sabrosas torrijas.