Según un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud, casi la mitad de los países en Europa cuentan con políticas de reducción de sal en las comidas. En cambio, los países del continente que no cuentan con estas políticas sí tienen grupos de apoyo o instituciones de investigación que están realizando campañas de prevención de consumo de sal. Concretamente, 26 de los 53 Estados tienen operativas estas políticas de reducción de sal, y 33 de ellos han iniciado actividades de sensibilización a los consumidores a través de un programa del Gobierno o de una organización no gubernamental.
En cuanto al seguimiento que realizan los países sobre el consumo de sal, la OMS ha constatado que 25 Estados llevan a cabo análisis de orina, toman muestras de productos alimenticios y miden los efectos que tienen las campañas de sensibilización.
Reducción de sal, reducción de riesgos
El 80 por ciento del consumo de sal proviene de los alimentos procesados como el queso, pan y los platos preparados
La reducción de la ingesta de sal es una de las maneras más fáciles de poder eliminar el riesgo de accidente cerebrovascular o enfermedad cardiaca o renal. Además, si se disminuye el consumo a menos de 5 gramos al día, también puede reducirse el riesgo de sufrir un ictus en un 23 por ciento.
Se han querido aplicar estas políticas ya que la ingesta diaria de la mayoría de los países europeos es aproximadamente de 8,11 gramos diarios, es decir, muy por encima del nivel recomendado. Según ha señalado la OMS, a la hora de comer no se tienen en cuenta los alimentos que más sal llevan. El 80 por ciento de este consumo en Europa proviene de los alimentos procesados como el queso, pan y los platos preparados. Así pues, han recomendado que para reducir los riesgos de padecer algún ataque, se lleve a cabo una dieta saludable y se reduzca a menos de cinco gramos diarios del consumo de sal. También es importante realizar ejercicio con regularidad, no fumar y evitar el estrés y el alcohol.
Durante este 2013, la OMS pedirá a los Estados Miembros que participen en un estudio sobre los beneficios sobre la salud de estrategias de reducción de la sal. Los resultados servirán para dar más apoyo a las estrategias del estudio acerca de los niveles de sal, tanto a nivel nacional como regional o europeo.