La típica cerveza de después del partido con los amigos no sólo es una buena costumbre, sino que también es beneficiosa para el organismo por ser  rica en antioxidantes y vitaminas y con un bajo contenido alcohólico

La cerveza nunca
debe reemplazar al
agua en la hidratación

Es muy típico que cualquier actividad física, sobre todo si es con los amigos, se alargue una vez acabada con una especie de ‘tercer tiempo’ que suele ser alrededor de una mesa o junto a una barra en cualquier bar. La cerveza suele ser la bebida más frecuente en este rato para el ocio, en el que tampoco suelen faltar los aperitivos salados.

Pues bien, un  estudio de la Universidad de Swansea (Inglaterra) acaba de afirmar que esta práctica social puede ser incluso beneficiosa para la salud. Siempre y cuando se cumplan dos premisas –que no sustituya al agua y que sea con moderación-, la cerveza,  rica en antioxidantes y vitaminas y con un bajo contenido alcohólico puede también puede ayudar al organismo a restituir los carbohidratos y electrolitos perdidos durante la practica deportiva.

“El consumo moderado de cerveza, combinado con otras bebidas, y la ingesta de aperitivos salados pueden conformar una estrategia aceptable para facilitar la rehidratación después del ejercicio", destaca Peñas-Ruiz, autor de este estudio, quien matiza que con esta investigación no trata de recomendar su consumo, sino de puntualizar que esta "costumbre" no perjudica al deportista siempre que no implique un abuso.

Si después de hacer ejercicio “apetece tomar una cerveza con amigos o sólo, siempre que la ingesta sea de forma moderada y combinada con hidratación a base de agua, va a ser beneficioso para el organismo porque se reponen líquidos, sodio, etc.”, añade el autor del estudio.

Hidratación, siempre fundamental

De lo que tampoco cabe duda es que siempre hay que hidratarse de manera suficiente a la hora de realizar cualquier ejercicio. El propio Peñas-Ruiz ha concluido a este respecto que  hay que  estar correctamente hidratado incluso antes de la práctica deportiva. Durante el ejercicio, si éste dura menos de 60 minutos, al menos debemos beber una pequeña cantidad de líquido cada 20 minutos, mientras que en los que superan este tiempo se recomienda la hidratación además de con agua, con bebidas con carbohidratos o electrolitos, también cada 20 minutos y en poca cantidad.

Por último, una vez acabado el esfuerzo, lo más importante es reponer la perdida de agua, glucógeno y sodio, y, para ello, se recomienda lo primero la ingesta de agua aunque, posteriormente, “podría combinarse con una o dos cervezas”.