La representación estatal corresponde a Alberto Moreno, chef del restaurante madrileño Dos Hermanos y miembro del equipo de cocineros de La Roja. La presencia vasca queda asegurada en un certamen de estas características, con Elena Arzak como presidenta del jurado internacional que decidirá quién es el mejor cocinero del mundo. Este evento se organiza en recuerdo del prestigioso chef francés Paul Bocuse, uno de los padres de la “nouvelle cuisine” francesa, y cuenta con la participación de 24 chefs procedentes de Europa, Asia y América.
En concreto, los competidores son originarios de Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Chile, Corea del Sur, Dinamarca, España, Estonia, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Guatemala, Hungría, Islandia, Japón, Malasia, Marruecos, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Singapur, Suecia y Suiza.
Los favoritos habituales en este certamen suelen ser los países nórdicos
Como de una prueba deportiva se tratara, la capacidad de trabajar bajo presión y la rapidez con eficacia serán claves para ganar. Los participantes tienen cinco horas y media de vértigo, durante las cuales deberán preparar dos platos, de pescado y de carne, con tiempos estrictos y sin concesiones.
Cocineros estatales participantes en ediciones anteriores destacan el alto grado de tensión que se vive en esas horas y agradecen que la organización permita la presencia de un entrenador, cuya función en esos momentos es dar ánimos al concursante, apoyarle en las situaciones bajas que siempre viven y recordarle que debe consumir algo para mantener su nivel.
Curiosamente, los favoritos habituales en este certamen suelen ser los países nórdicos, que han ganado muchas de las ediciones. El tipo de cocina que se presenta dista de las ideas originales de Bocuse, puesto que los platos tradicionales son una constante, aunque preparados con toques de modernidad.
Ensayo
A estas horas, a buen seguro el chef Alberto Moreno ultimará las recetas que, en principio, se suelen ensayar con muchos meses de antelación para no fallar en una ocasión que tan solo se celebra cada dos años. Las olimpiadas gastronómicas Bocuse D’Or reunirá a grandes maestros de la cocina mundial, cuyas propuestas darán una ligera idea del tipo de cocina o de trucos que pueden triunfar en el próximo año.