Las ocho semanas posteriores al parto también es otra de ellas. Y es que el postparto es para la mujer un estado delicado porque se encuentra en pleno proceso de adaptación tanto física como psicológica. Uno de los factores que contribuyen a superarlo con éxito es la alimentación, por cuanto tiene de influencia en nuestro organismo.

El hierro también está en algunas frutas como los cítricos, el melón o las fresas

Los médicos recomiendan para estas ocho semanas una dieta variada basada en fibra, hierro y vitaminas. Respecto a la fibra, es muy útil para evitar problemas en el aparato digestivo. Las hemorroides, el miedo a que se suelten los puntos o la disminución de movimientos intestinales son algunas de las causas que favorecen la aparición del estreñimiento en el postparto.

Para evitarlo, no hay nada mejor, tal como señala el Ministerio de Sanidad, que consumir alimentos ricos en fibra. Verduras, frutas y cereales integrales ayudarán a la recién estrenada madre a mantener un organismo limpio y sano.

Otro de los problemas que suelen surgir la semana posterior al nacimiento del bebé es la anemia. Muchas madres manifiestan una falta de hierro en la sangre, que se puede compensar con la ingesta de determinados alimentos. Todos ellos son fáciles de adquirir y de consumir, como las carnes con pocas grasas, el pescado, el huevo y, para las más atrevidas, el hígado.

Muchas frutas también presentan altos índices de hierro que beneficiarán a la consumidora y además le aportarán un rico sabor. Los cítricos, las fresas, el melón, las frutas tropicales o los frutos secos son solo algunos de los alimentos que aseguran un aporte de hierro suficiente para afrontar el nuevo periodo.

Cicatrizante

La alimentación tiene consecuencias muy variadas en nuestro cuerpo en las que muchas veces no reparamos. En este caso, ayuda también a cicatrizar más rápido la herida que ha provocado una cesárea. Para ello, la mujer puede ingerir mucha vitamina C a través de mandarinas, naranjas, melón y pimiento verde, y mucho cinc que se puede obtener del hígado de ternera, carne roja, mariscos, quesos curados o semillas de calabaza.

La llegada de un nuevo ser a casa genera muchos cambios en la vida personal de los progenitores, pero también en el cuerpo de la mujer. Para este último caso la solución es bien sencilla, pues solo es necesario pensar en el menú diario y los beneficios se reflejarán de inmediato.