Verduras troceadas

Las verduras, a la parrilla o al horno, pueden ser un picoteo perfecto. [Foto: diariovasco.com]

Gourmet

Maridajes saludables para que el picoteo sea un placer sin consecuencias

Una vez finalizado el gran festín gastronómico que representan las fiestas navideñas, toca ahora hacer revisión de conciencia y volver a una alimentación más reposada y saludable para nuestro organismo.

diariovasco.com | 13/01/2015 |

El cambio no tiene por qué ser brusco, y podemos aclimatarnos a la nueva situación con pequeñas licencias, como el picoteo. La idea no es mala si sabemos cómo llevarla a cabo. Una reunión de amigos puede ser una bonita excusa para celebrar un maridaje de vino y comida, pero con la mirada puesta en no adquirir demasiadas grasas que acabarán con nuestros buenos propósitos de recuperar la línea. Además, hay que tener en cuenta los diferentes sabores para evitar que unos solapen a los otros.

Las alitas de pollo asado, una opción más saludable que la carne roja

Como entrantes de una comida basada en el picoteo y el vino, una buena opción es la salsa de espinacas con vinos blancos y secos, que no matan el sabor de esta comida. Eso sí, a la hora de elaborar la salsa es conveniente utilizar yogur griego o requesón bajo en grasa como base, en lugar de crema agria que puede romper la combinación.

Las verduras serán muy agradecidas para las conciencias culpables, sobre todo si son a la parrilla y se acompañan con un vino tinto bajo en taninos, como el Merlot. No obstante, esta forma de preparar la verdura admite muchas variedades de vino, por lo que lo mejor es experimentar hasta encontrar el que más nos guste.

Al igual que en los banquetes, la presencia del pescado y de la carne es inevitable en los maridajes. Se pueden servir trozos de salmón a la parrilla, que es muy saludable debido a su alto contenido de ácidos grasos omega 3 y porque es una buena fuente de vitamina D. Acompañaremos esta propuesta con un vino tinto de toque frutal.

Sabores suaves

Si preferimos el sano y bajo en grasas pescado blanco, lo adecuado es servir junto a este plato un vino blanco de sabor suave para que ambos productos combinen y ninguno domine sobre el otro. A los carnívoros podemos satisfacerles sin agredir su salud con alitas de pollo asado, mucho más saludable que la carne roja. Para beber, la ventaja del pollo es que admite tanto un vino tinto como uno blanco.

Como colofón a una sana reunión gastronómica, muy pocos rechazarán una vistosa fuente de coloridas frutas exóticas. Hoy día, las posibilidades de adquirirlas son muchas, dado que en muchos establecimientos se pueden comprar kiwi, maracuyá o mango adornados con fresas, moras y frambuesas. En esta ocasión también, la comida se agradecerá más con una buena copa de vino, que en este caso consistirá en cualquier variedad de vino que sea ligero.