Los estudios científicos apuntan a un exceso de colesterol malo y un incremento de padecer enfermedades cardiovasculares como los mayores riesgos que comporta esta práctica, pero todos ellos advierten de que estas consecuencias se pueden producir si su ingesta es excesiva. Como en otros muchos casos, es recomendable consumir carne si se hace con moderación.
Circulan muchos comentarios sobre la conveniencia o no de consumir carne, de los que algunos son ciertos y otros no responden a la realidad.Es verdad que la carne de cualquier animal como el cerdo, el pollo, el conejo o la vaca está dentro de los componentes de una dieta equilibrada y es conveniente ingerirla porque aportan nutrientes que ayudan al organismo a mantenerse en buen estado. Este consejo se intensifica para las personas que sufren de anemia, a las que se recomienda que consuman carne roja mejor que blanca, al tener más hierro.
La piel de pollo contiene mucha grasa y puede fomentar la aparición del colesterol malo
También son ciertas algunas advertencias sobre efectos dañinos. Así, la piel de pollo no es recomendable porque contiene mucha grasa y puede fomentar la aparición de colesterol malo. En estos casos, es preferible retirarla incluso antes de cocinar el pollo, para que la carne no absorba la grasa saturada.
Del mismo modo, es perjudicial comer carne por la noche porque provoca que los procesos metabólicos sean más lentos y perturben el descanso nocturno responsable en muchos casos del cansancio de la mañana.
Sin embargo, es falso que la carne de cerdo sea mala. Al contrario, si se consume con moderación es un alimento beneficioso para nuestro cuerpo, al constituir una gran fuente de proteínas y minerales como el zinc o el potasio, además de aportar vitaminas B1 y B12. Tampoco se atiene a la verdad que la carne contagie más enfermedades que otros alimentos, siempre y cuando se cocine con unas mínimas condiciones.
Ni cruda ni muy hecha
La afirmación de que es mejor consumir carne cruda no responde a la realidad, puesto que en este estado contiene microorganismos perjudiciales para el organismo. Pero también hay que tener en cuenta que si se cocina en exceso se queman parte de sus nutrientes menos el hierro y las proteínas, con lo que se concluye que la cocción media es ideal para su consumo.
Por último, las personas vegetarianas no deben temer por no comer este alimento, si incluyen en su dieta derivados de leche o legumbres que nivelen la adquisición de proteínas por parte del organismo.