Sus resultados demuestran que el efecto del plato preparado en el calentamiento global y su toxicidad en seres humanos es superior, al analizar factores como su influencia en la alteración de ecosistemas, su contaminación del aire por reacciones fotoquímicas o su contribución a la disminución de la capa de ozono.

De todas las versiones de comidas preparadas, los expertos aseguran que la peor opción para la mayoría de impactos medioambientales es la comida preparada congelada que se debe calentar en un horno o en el microondas. Además, añaden que los platos refrigerados que también deben calentarse tienen un mayor impacto medioambiental que los platos congelados. La razón es el tipo de refrigerante utilizado por las cadenas de suministro que afecta especialmente al calentamiento global y el agotamiento de la capa de ozono.

Las peores versiones serían las congeladas que deben de calentarse en el horno o el microondas

Los autores de este estudio apuntan como causa los procesos de elaboración y las tasas de desecho y refrigeración, que son mucho menores en el caso de las comidas caseras porque tienen menos etapas de almacenamiento. Los envases alimentarios también influyen de forma significativa en algunos impactos medioambientales como el calentamiento global, la toxicidad humana y el agotamiento de los combustibles fósiles.

Para los investigadores, los puntos más críticos en ambos tipos de comida, sea preparada o casera, son los ingredientes utilizados, los desechos resultantes y el método de cocción utilizado.

Más información a la hora de la compra

Los expertos creen que los productores o fabricantes de comidas preparadas deberían considerar la compra de ingredientes en base a la información sobre el impacto medioambiental que generan, al tiempo que consideran que es necesario que productores y minoristas trabajen en la reducción del uso de envases y de residuos que se generan en la cadena de suministro.

El estudio es completo y realiza un análisis detallado de los dos tipos de comidas y su impacto en el calentamiento global, en el agotamiento de los recursos abióticos, la acidificación, la eutrofización, la ecotoxicidad acuática y terrestre, la toxicidad para los seres humanos, el agotamiento de la capa de ozono, etc.