El consumo de sal tiene un papel importante en el desarrollo de Esclerosis Múltiple (EM) y de Artritis Reumatoide (AR), tal y como ha puesto de manifiesto la investigadora científica del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de Yale, Margarita Domínguez-Villar.
Los resultados del ensayo, probado en animales y presentados en la conferencia 'La sal de la vida' durante el 40 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), demuestran que, in vitro, "una concentración elevada de sal favorece la generación de células Th17 (células con fenotipo patogénico que están implicadas, junto con células Th1, en la patología de muchas enfermedades autoinmunes, entre ellas la EM)".
Asimismo, según la experta, en el modelo in vivo "se sometió a los ratones a una dieta rica en sal y al inducir la enfermedad (EAE) se observó que animales que habían consumido una dieta rica en sal enfermaban antes y los síntomas de la patología eran más graves".
Datos de más de 10.000 personas
Como el ensayo solo se ha probado en animales, Domínguez-Villar ha advertido que "es necesario" realizar ensayos clínicos con pacientes con EM en el que se les controle la ingesta de sal y se compruebe si la enfermedad mejora.
Por otro lado, un estudio llevado a cabo por la directora científica del Instituto de Salud Musculoesquelética en Madrid, Loreto Carmona, ha encontrado una asociación "muy consistente" entre la AR y los grandes consumidores de sal. Esto indica que la sal que se consume "está relacionada de alguna manera con el desarrollo de la AR".
En este ensayo se han recabado datos experimentales en células en cultivo y en modelos animales que revelan que una de las vías que produce la inflamación está regulada por un canal de sodio, el componente de la sal común (cloruro sódico).
"Se ha demostrado que sal y Artritis Reumatoide están asociados"
Para saber si la sal en la dieta estaba relacionada con el desarrollo de AR, se han utilizado los datos de la cohorte Seguimiento de la Universidad de Navarra (SUN), en la que más de 10.000 personas han respondido a un cuestionario dietético y de salud. A partir de ahí se ha estudiado "si existe asociación entre el consumo de sodio calculado en la dieta y el tener AR", ha explicado la especialista.
Tras el análisis de resultados, "por el momento se ha conseguido dilucidar que sal y AR están asociados, ya que hay más AR entre los que consumen más de ocho gramos de sal al día que entre los que consumen menos de tres gramos", ha asegurado.
Finalmente, otro estudio realizado en Estados Unidos ha demostrado que "las comidas precocinadas, carnes, embutidos y quesos salados pueden tener hasta 100 veces más sal que la misma comida cocinada en casa".