Desde hace años, las sardinas convertido en uno de los pescados azules más representativos y saludables de las gastronomía española, entre otros motivos porque su pesca puede darse en toda la consta peninsular, desde el Cantábrico hasta el Mediterráneo. Con un cuerpo alargado y una longitud de unos 25 centímetros, este pescado cuenta con un peso medio de 125 gramos. Desde la superficie, resulta incluso sencillo visualizar los grandes bancos que forman (sólo se desorganizan para comer). Como curiosidad, cabe destacar que el nombre de este pescado viene de la actual isla de Cerdeña, ya que en la costa de Sardina, esta especie era muy abundante.

Las sardinas aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales 

En cuanto a sus propiedades, las sardinas son una buena fuente de ácidos grasos omega-3 que actúan para reducir el nivel de colesterol y triglicéridos en la sangre. Prueba de ello es que los especialistas recomiendan consumir este pescado a todas aquellas personas que sufren de enfermedades cardiovasculares.

También contienen un alto nivel de vitaminas de los grupos A, B, D, E. Y, por último, también son ricas en minerales gracias a su alto grado de fósforo, magnesio o hierro. Gracias a todos estos minerales, el organismo es capaz de mejorar su sistema nervioso y muscular y debido a la alta aportación de hierro, las sardinas son capaces de prevenir incluso algunos tipos de anemia.

Preparación de las sardinas

Un producto tan interesante como este pescado presenta muchas variantes para cocinarse. El más común y popular es a la parrilla. Un método que no requiere gran conocimiento, pero sí algo de paciencia. Para llevar a cabo esta preparación se deben escoger aquellas sardinas que tengan un gran tamaño, y no así las pequeñas. Y es que las más menudas se suelen utilizar como acompañante de algún otro ingrediente principal. Hablamos de revuelto de verduras, pastel de pescado o empanadillas. No debemos olvidar que en el caso de realizar alguna de estas recetas, es fundamental haber limpiado previamente el pescado y haberles quitado las espinas, para evitar problemas en la ingesta.