Este 2014 es el Año Internacional de la Dieta Mediterránea y por ello son frecuentes los estudios y convenciones que giran en torno a esta cuestión. Así, la Sociedad Internacional de Déficit de DAO ha informado que es conveniente evitar los alimentos como la leche, los derivados lácteos o las frutas cítricas para prevenir la migraña y algunos trastornos digestivos en esas personas que son propensas a padecerlos.

Evitar los lácteos o cítricos para prevenir la aparición de la migraña. La alimentación es clave

Por todos es sabido que la alimentación juega un papel clave en la prevención de síntomas o enfermedades crónicas como la migraña, dolores musculares, fatiga crónica y diferentes trastornos digestivos, como es el caso del estreñimiento, el hinchazón abdominal, la diarrea, los vómitos o los gases.

Según esta sociedad, la clave está en la histamina, una molécula que está presente en muchos de los alimentos integrantes de la dieta mediterránea y que es esencial para la vida. Esta molécula mide procesos fisiológicos como la inflamación, la secreción gástrica, la cicatrización de tejidos o el equilibrio entre vigilia y sueño. Esta molécula también se produce en los alimentos, aunque no tiene funciones fisiológicas y se metaboliza por la enzima DiaminoOxidasa (DAO) en el intestino y se elimina por la orina.

Pasa a ser perversa

El problema llega cuando el organismo de un sujeto presenta una actividad reducida de la enzima DAO, por lo que la histemina ingerida no se degrada y se acumula en sangre, pasando a ser una molécula perversa.  Al estar la histemina presente en la gran mayoría de los alimentos, es imposible plantear una dieta de exclusión, ya que se tendría que eliminar muchos alimentos básicos en nuestro día a día.

Por ello, la solución pasa por una dieta mediterránea baja en histamina, evitando alimentos a los que recurrimos habitualmente y que no ayudarán a aquellas personas cuyo organismo no elimina de manera correcta esta molécula. Esos alimentos serían los alimentos procesados como los embutidos, bollería industrial, bebidas alcohólicas, marisco, frutos secos, chocolate, espinacas, calabacines o anchoas, entre otros.