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Una mesa bien decorada: el primer paso de una velada agradable en Navidad [Foto: Diariovasco.com]

Sencillos consejos

Una mesa que te hará triunfar

Cómo decorar la mesa para momentos clave como la cena de Nochebuena o la comida de Navidad puede llegar a ser un auténtico quebradero de cabeza para los anfitriones. Aquí van una serie de consejos que faciliten esa misión.

diariovasco.com | 20/12/2013 |

Una mesa bien decorada dice muchas cosas buenas de quien la ha preparado, lo mismo que una estridente habla también claro de la personalidad del anfitrión. Por ello, si no quieres patinar esta Navidad con el mantel, platos, cubiertos y demás complementos, sigue una serie de sencillos consejos.

En primer lugar, hay que tener claro que en una mesa de este tipo hay que dar más importancia a los detalles que al mantel. Por ello, lo mejor será que éste sea de un tono claro y que el colorido recaiga en el resto de elementos. Un mantel ‘chillón’ cubierto por innumerables elementos más coloridos aún lo único que hará es recargar el ambiente. El lino es, a su vez, el material más indicado para la tela del mantel y servilletas.

En la mesa, los detalles son más importantes que el mantel, que debe tener un color claro

En lo que a vajilla y cubertería se refiere, estas ocasiones son las más indicadas para sacar aquellos platos y copas que no se suelen usar a lo largo del año porque resultan llamativos o poco discretos. Platos con detalles de colores, vasos con cenefas doradas, servilletas de lo más llamativas o incluso centros de mesa que no te atreverías a poner en ninguna otra ocasión… Si el mantel es claro, éste es el momento.

Además, como en estas reuniones suele haber muchos más comensales de lo habitual, el anfitrión puede dejar también su sello en los adornos que indiquen dónde tiene que sentarse cada uno de los invitados o en la forma con la que doble las servilletas, por ejemplo.

Típicos errores

Aunque siempre hay que tener claro que lo importante en estas ocasiones es la compañía más que el menú o la decoración, hay que tener en cuenta algunos pequeños errores en este último ámbito que pueden llegar incluso a molestar a los invitados.

Por ejemplo, centros de mesa o elementos decorativos que sean demasiado altos y que molesten la comunicación entre los comensales. Tampoco debemos recargar en exceso la decoración y deberemos tener cuidado con que el mantel no se manche desde el principio. Un ‘lamparón’ es algo comprensible, pero no queda nada bonito.

Por último, si se va a utilizar un plato hondo porque en el menú hay sopa o consomé, es la ocasión para utilizar un bajoplato. Recuerda que una de las primeras normas de protocolo dice que el plato sopero nunca se coloca sobre el mantel. En caso de no tener un bajoplato, uno llano puede ser una solución.