Antiguamente se utilizaban conservantes naturales como la sal, el vinagre e incluso algunas plantas antimicrobianas. Todavía no existían los productos transgénicos, ni tampoco los aditivos. A medida que pasan los años la química avanza a pasos agigantados; se crearon los colorantes y los aditivos para mejorar las propiedades físicas de los alimentos y así poder conservarlos durante más tiempo. Los colorantes, además, aportan color artificial a los alimentos para mantener mejor sus propiedades y su presencia.
Aunque a primera vista parezca que los avances químicos para la conservación de los alimentos son muy positivos, debemos saber también que estos productos pueden llegar a provocar consecuencias negativas en nuestro organismo. No existen datos concretos acerca de los problemas que traen los conservantes y colorantes, pero debemos tener noción de ello para poder prevenir riesgos a largo plazo. También deberíamos decir que actualmente son pocos los alimentos que no incluyen conservantes adicionales o colorantes para mejorar la presencia de la comida.
¿Qué alimentos los llevan?
La mayoría de los productos que llevan colorantes y conservantes suelen ser alimentos que se pretenden conservar durante más tiempo, como productos de pastelería, helados, etc.
Los pasteles, las galletas, los helados etc; son muy consumidos por todos; por ello, las empresas que elaboran estos productos a diario necesitan emplear productos químicos para alargar la conservación de estos alimentos. Se puede decir que los colorantes y los conservantes añadidos son productos necesarios para la elevada producción de alimentos; sin embargo, a medida que pasa el tiempo, muchos expertos se han dado cuenta de que no se debe abusar de este tipo de productos en la alimentación.
“Sin conservantes ni colorantes”, nuevo eslogan de las empresas alimenticias
Por ejemplo, el abuso de las golosinas puede provocar hiperactividad infantil; realmente no se sabe la cantidad que se debería ingerir para darse el caso, pero es preciso no consumir demasiadas golosinas o caramelos y acostumbrar a los niños a llevar una correcta alimentación.
No podemos pretender no ingerir ningún tipo de colorante o conservante ya que prácticamente todos los alimentos suelen llevarlos. Sin embargo, muchas empresas alimenticias están intentando no emplear tantos conservantes y poder producir alimentos lo más naturales posibles.
En definitiva, los productos químicos han ayudado y colaborado durante muchos años a la conservación de los alimentos, pero no es aconsejable abusar de ellos, y para tener más conocimiento sobre los productos que consumimos, deberíamos prestar atención al etiquetado y la fecha del alimento, y así conseguiremos alimentarnos de una manera más saludable.