¿Cuáles son los alimentos de temporada en febrero?

Entre las frutas, los cítricos son los grandes protagonistas de febrero y aliados imprescindibles para, gracias a su alto aporte de vitamina C, combatir los clásicos resfriados de estas fechas.

Pero, además de las naranjas, mandarinas, limones, pomelos, empieza a aparecer una de las frutas más demandadas y deseadas: la fresa. Así que, si eres amante de esta fruta rojiza, no olvides añadirla a tu lista de la compra.

El kiwi también es una gran fuente de vitamina C, llegando a duplicar incluso la de una naranja. Encuentra su momento óptimo en invierno y a la hora de elegir las piezas de kiwi es importante fijarse en que no muestre manchas en su exterior y que presente un tacto firme, ya que los blandos no tienen buen sabor.

Si pasamos a las verduras y hortalizas, tenemos una gran variedad entre las que elegir este mes de febrero, destacando los vegetales de hoja verde como la acelga y la espinaca, con las que podremos elaborar deliciosas cremas.

También será un acierto apostar por algunas variedades más clásicas como la berenjena, la calabaza, la coliflor o el brócoli, aunque siempre podemos salirnos de las habituales e innovar con el apio, nabo, la col lombarda o la endivia.

No hay que dejar pasar que durante este mes aparecerán los guisantes frescos, un producto que nos dará mucho juego en la cocina pues podremos comerlo tanto crudo, en ensaladas, o cocinados. El guisante es un tubérculo que aporta mucha fibra, minerales, fósforo, proteínas e hidratos de carbono. Ayuda a eliminar el colesterol y es bueno como tranquilizante y para mejorar el estado de ánimo. La mejor forma de consumirlos es al vapor o hervidos, pero muy poco cocinados, para que no pierdan sus vitaminas ni la mitad de sus propiedades. Con ellos se puede hacer sopas, purés, se meten en estofados o guisos, en arroces.

La escarola es otra fuente de vitaminas A y C. Contiene fibra y es muy baja en calorías o en hidratos de carbono. Favorece el tránsito intestinal y las funciones biliares y pancreáticas. Asimismo sube las defensas del organismo y es buena para mejorar la vista, el cabello, los dientes y la piel. Por su parte, la calabaza contiene 90% de agua, poquísimas calorías, pocos hidratos de carbono, y mucha fibra; por su aporte vitamínico es muy aconsejable introducirlo en la dieta infantil y su color facilita meterlo en su dieta con el típico puré de calabaza o ponerlo como un ingrediente más en el Puré de verduras de los niños.

Por último, la remolacha es una excelente fuente de vitamina A y de ácido fólico, por lo que previene defectos de nacimiento del tubo neural (nervioso) y ayuda contra enfermedades cardíacas y anemia. Las remolachas también tienen alto contenido de fibra, soluble e insoluble.

Si el mundo vegetal ofrece alimentos de primera, los pescados y carnes de febrero no se quedan atrás, siendo época de especies muy demandadas.

En las pescaderías encontraremos desde lenguados, caballas, lampreas o carpas hasta besugos, bacalaos y meros. El besugo es un pescado azul de los más magros de su familia, con una media de 2 a 5 gramos de grasa por cada 100 gramos. En cuanto a su preparación, el besugo al horno, con hierbas aromáticas, verduras y un chorrito de limón, es siempre un gran acierto.

En cuanto a la carne, febrero es un mes ideal para los amantes de las aves, pudiendo encontrar pato, becada, perdiz, faisán o codorniz. El faisán, por ejemplo, presenta menos grasa y más proteínas que otras aves de corral como el pollo, aunque su preparación habitual acompañada de salsas aumente considerablemente su contenido en grasa. La mayoría de la grasa del faisán se encuentra en su piel, por lo que es recomendable retirarla si se quiere disminuir su consumo. Es una de las mejores carnes para personas hipertensas, ya que contiene muy bajo contenido en sodio. Además, se trata de una fuente importante de fósforo y vitaminas del grupo B.

También para los de la caza, con la temporada a punto de finalizar, es tiempo de disfrutar de los últimos jabalíes, ciervos o venados.