Los productos ecológicos o saludables están cada vez más en boga. Así, no es raro encontrar frutas o verduras cultivadas de manera ecológica, sin ningún tipo de aditivo ni conservante o colorante que las haga perfectas o más bonitas a la vista.
Además de frutas y verduras, también encontramos otro tipo de productos como el vino, el chocolate, el pan, los cereales…en definitiva, todo lo que se puede encontrar en la sección de alimentación del supermercado, lo podemos encontrar cultivado o elaborado de forma ecológica.
A esta lista también hay que añadir la carne. Y es que son numerosos los estudios que han demostrado que los animales a los que se les suministra una dieta ecológica y llevan una vida sin estrés producen una carne con menos colesterol del malo y mucho más tierna, por lo que el sabor y los beneficios de la misma son enormes. Aunque, eso sí, de momento y mientras la producción no sea mayor, el precio de esta carne no está al alcance de todos los bolsillos, a pesar de que el mismo no sea algo desorbitado.
Carne de Kobe
Las vacas de Kobe fueron el primer ejemplo de este tipo de cría en animales. La leyenda decía que se les daban masajes y cerveza a las vacas de la raza Wagyu, sin embargo, parece que lo único cierto de esa leyenda es el tipo de alimentación saludable que se les da a estos animales. Aquellas personas que crían esas vacas en el Estado, aseguran que sí que son tratados como reyes y viven sin estrés, pero masajes no se les da, lo que sí que se les proporciona es una alimentación muy saludable, a la que, en algunas casos, se le añade por ejemplo, la ingesta de vino ecológico en el último periodo de su vida, con el fin de que la carne sea más suave y se deshaga, tal y como aseguran aquellas personas que la han probado, en la boca.
Corderos saludables
Estas vacas procedentes de la ciudad portuaria situada al sur de Japón y cuyo sabor, dicen, es dulce, tierno y jugoso, recordando en ocasiones al foie, nada tiene que envidiar a unos corderos que son criados como auténticos reyes a miles de kilómetros de Kobe, concretamente en la localidad vallisoletana de Olmedo.
Allí, en la granja AGM, los corderos escuchan música de autores españoles tales como Alejandro Sanz o Amaral y, nada más nacer, son separados de sus madres para ser alimentados con leche en polvo desnatada, Omega 3 y mucho relax. Para no perder el calor que les brinda la madre, están expuestos a la influencia de una luz roja que les otorga el calor que necesitan. El resultado: una carne mucho más saludable, con colesterol del bueno y que es mucho más sabrosa que la del resto de corderos criados de forma tradicional.