En la cocina es imprescindible controlar los ingredientes en su justa medida para elaborar cualquier plato. Y más aún cuando se trata de recetas que no hemos realizado nunca y que necesitan unas medidas concretas.
Pero no siempre se tiene a meno un medidor, y más aún cuando se necesita uno para medir líquidos, otro para medir sólidos o calcular los volúmenes y pesos exactos. Si no se calcula bien, una deliciosa receta se puede convertir en una verdadera pesadilla. Unos gramos de harina de más o de menos marcan la diferencia por ejemplo, entre un bizcocho esponjoso y uno que quede duro como una roca. También unos mililitros extra de agua son capaces de arruinar una masa. Asimismo, pasarse con apenas unos gramos de sal puede estropear un guisado y quedarse corto con este mineral puede convertir en insípido un plato elaborado con mucho mimo. Cualquier persona que se haya aventurado en la cocina tiene claro que las medidas de los ingredientes, al igual que los tiempos de cocción, son fundamentales. Pero, ¿cómo acertar?
Trucos caseros para medir
En caso de urgencia, cuando no se tenga a mano ni báscula ni medidor, el mejor aliado es un vaso de yogur. Su medida es estándar y a través de la etiqueta se conoce también su peso. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que, a igual volumen, el peso puede variar según el ingrediente. Esto se debe a la textura y a la densidad de los alimentos. De este modo, un vaso de yogur llenado al ras de harina es igual a 75 gramos, llenado de azúcar son 130 gramos, de arroz o legumbres es igual a 120 gramos, de cacao son 65 gramos y el mismo vaso relleno de leche equivale a 150 gramos y la misma medida de aceite es igual a 130 gramos. Estas medidas pueden ayudar a calcular con rapidez las cantidades que se deben de agregar a un pastel o bizcocho.
La cucharilla de postre es otra medida que puede salvarnos en caso de no tener otro instrumento de medición. En este caso, debido a su reducido tamaño y a que las cantidades que puede albergar son pequeñas, es importante estar atentos y usar también el sentido común. A modo de orientación, en esta cucharilla (al ras) caben 3 gramos de levadura en polvo, 3 gramos de aceite y 5 gramos de la sal.
En cuanto al volumen de líquidos, existe una serie de equivalencias genéricas que valen sobre todo para la leche y el agua. 20 cucharadas soperas equivalen a 250 ml o un cuarto de litro. 10 cucharadas soperas son lo mismo que 125 ml. ó 1/8 de litro. 8 cucharadas soperas equivalen a 100 ml y una cucharada sopera a 12,5 ml.