El estudio ha sido publicado en la revista 'Mayo Clinic Proceedings' y seguro que les hace replantearse ciertas costumbres a aquellos apasionados del café. El debate en torno a este alimento siempre ha sido muy recurrente, pero ahora se vuelve a avivar gracias a la investigación de un grupo de autores, pertenecientes al Arnold School of Public Health de la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos), quienes han determinado que el consumo de más de 28 cafés a la semana, cuatro diarios, aumenta el riesgo de muerte un 21 por ciento y, en las personas menores de 55 años, el riesgo de una mayor mortalidad puede ser incluso superior al 50 por ciento.
Las 28 tazas a la semana no son ninguna cantidad exagerada si se tiene en cuenta que según el último Estudio Nacional del Café publicado en Estados Unidos más del 60% de los ciudadanos adultos tomaban una media de tras cafés al día, 4,1 kilos al año. España, por su parte, ocupa el puesto 19 en el ranking mundial de consumo de café con 4,5 kilos por persona al año.
Estudio sobre el café de 17 años
El consumo excesivo de café es significativamente más peligroso entre los jóvenes
Con el objetivo de relacionar el café con muerte por cualquier causa y las muertes por enfermedades cardiovasculares, seleccionaron 43.000 personas deentre 20 y 87 años, a los que siguieron entre los años 1979 y 1998. Durante los 17 años de estudio, se dieron 2.512 muertes, siendo el 32% de ellas por una enfermedad cardiovascular. Además, los investigadores observaron que quienes consumían mayores cantidades de café (tanto hombres como mujeres) eran también más propensos a fumar y tenían niveles más bajos de capacidad cardiorrespiratoria.
De entre todas las bajas registradas, los científicos se dieron cuenta de que la tasa de mortalidad más significativa se encontraba en quienes tomaban más de 28 cafés a la semana, que tenían un riesgo de mortalidad un 56 por ciento mayor. Además, las mujeres más jóvenes que consumían más de 28 tazas de café por semana también tenían un riesgo más de dos veces mayor de mortalidad por cualquier causa, siempre comparando estas cifras con quienes no tomaban café.
Por ello, los investigadores no dudaron en sugerir que las personas más jóvenes deberían evitar el consumo excesivo de café.