Seguro que cerca de su casa en los últimos veranos ha abierto un negocio de helados de yogur: esas apetecibles tarrinas a las que se les puede echar todo tipo de toppings (ingredientes adicionales que bien pueden ser frutas, chocolates o incluso gominolas) que las hacen incluso más sabrosas. Lógicamente, abren tantos establecimientos de esta clase porque este tipo de helados son muy demandados, sobre todo en la época estival. Pero, ¿se tratan de yogures, helados o una mezcla de ambas?
Los helados de tiendas especializadas tienen menos calorías pero más tamaño
Pues bien, estos helados de yogur son, precisamente, lo primero y no lo segundo. Esta afirmación, que parece lógica, ha tenido que ser realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) por la confusión que existía en torno a estos refrescantes tentempiés o, más exactamente, a la falsa idea de que sus calorías se asemejaban más a las de un yogur que un helado.
Así las cosas, la OCU ha debido aclarar que estos helados tienen el doble de caloría que un yogur. La propia asociación señaló que estos postres tienen “demasiado azúcar” y “bacterias lácticas en una cantidad razonable para ser un producto congelado, pero inferior como para ser considerado un yogur”.
¿Supermercado o tienda especializada?
Pero de acuerdo con la exposición realizada por la OCU, también habría que diferenciar el lugar en el que se han comprado. Y es que según la propia asociación, los que se venden en supermercado tienen entre un 6 y 10% de grasa, mientras que los que se adquieren en tiendas especializadas poseen entre un 0,5 y un 2%. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las raciones que se sirven en los establecimientos especializados son sensiblemente superiores a las de los supermercados, lo que compensa la diferencia de aporte calórico entre uno y otro tipo de helado.
Así las cosas, si queremos guardar la línea, estos alimentos no nos lo pondrán nada fácil. Aunque en apariencia se asemeje al yogur y haya quien pueda pensar que es ese mismo lácteo congelado, nada más lejos de la realidad. En calorías, al menos, la diferencia es muy grande.