La corteza seca no tiene moho

La corteza seca se puede comer, como la del Idiazabal. [Foto: culturadelqueso.com]

Dudas razonables

¿Es bueno comer la corteza del queso?

En numerosas ocasiones, sobre todo si no es muy gruesa, hay personas que se comen la corteza del queso. Pero, ¿realmente es saludable? La respuesta a esta cuestión no es sencilla, porque hay algunas que sí y otras que no.

diariovasco.com | 29/07/2013 |

En el mundo del queso existen diferentes tipos de corteza. Pueden ser de corteza seca, que se hace de forma natural al secarse. Se suelen formar cepillando el queso y aplicando friegas de agua salada, no dejando que crezcan los mohos. Se presentan cepillados, como el Idiazabal. Otros se maduran en vino tinto, quedando de ese color.

Las cortezas naturales pueden comerse mientras que no es recomendable consumir las cortezas artificiales

También se pueden encontrar quesos donde se deja crecer los mohos de forma espontánea. En muchos de ellos se aplican friegas de aceite de oliva o de algún tipo de grasa como la manteca, para regular el crecimiento de estos mohos. Se presentan en corteza natural cepillada o sin cepillar. La corteza de estos quesos se puede consumir, pero no es recomendable puesto que no deja de ser su envase. Cuando se ve en el mercado algún queso con moho en la corteza, puede ser que esté creciendo de nuevo, ya que es un producto ‘vivo’. Esto no tiene ninguna importancia, al contrario, podría ser  incluso un buen indicador de que no tiene ningún antimoho químico o pintura plástica en la corteza.

También hay quesos en los que se han sembrado mohos o levaduras en su corteza. En estos casos, la corteza puede consumirse o incluso es recomendable, ya que forma parte del mismo, aportándole sabores y aromas típicos. Un ejemplo de estos quesos son el Camembert y el  Brie con mohos blancos.

Corteza que No se come

Aparte de los quesos con corteza natural, existen los quesos de corteza artificial. Dentro de este tipo se puede hablar de los quesos tratados con ceras o parafinas, como es el caso del queso Edam.  Estas ceras o parafinas generalmente pueden ser de color rojo o amarillo. En este caso sirven de protección al queso y hay que eliminarlo para poder consumirlo. En la mayoría de las ocasiones, estos productos han sido tratados con antimohos químicos, unas sustancias muy parecidas a los antibióticos.

El consumo de la corteza del queso depende de su proceso de elaboración. Las cortezas naturales pueden comerse mientras que no es recomendable consumir las cortezas artificiales.

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