Más de dos meses sin colegio dan para muchísimas cosas. Una de ellas, puede ser la de cocinar con los niños. Eso sí, hay que empezar ofreciendo a los pequeños recetas de platos que les guste comer, para que encuentren atractiva la tarea de preparar las comidas.
Los niños han de estar en todo momento supervisados por un adulto porque en muchas ocasiones se dejan llevar por el entusiasmo del momento y no son conscientes de algunos de los peligros que entraña una cocina. Por lo tanto, hay que emprender esta tarea docente de una manera tranquila, con mucho tiempo y sin prisas. Además, no hay que hacer el trabajo por ellos, hay que darles la máxima confianza posible.
Consejos básicos
Asimismo hay que tener unas normas básicas de higiene y seguridad. Antes de empezar tienen que lavarse las manos, recogerse el pelo (si lo tienen largo) y ponerse un delantal para protegerse la ropa. Tienen que ir calzados, no pueden estar descalzos en la cocina. Deberán acostumbrarse a ponerse siempre manoplas para manejar todo lo que esté caliente: cazos, sartenes u horno. Los mangos de los cazos y sartenes tienen que estar siempre hacia dentro cuando estén al fuego, para evitar que su contenido pueda volcarse sobre los pequeños. Los niños deben tener especial cuidado con los cuchillos, debemos enseñarles a cogerlos por el mango y a limpiarlos sin que puedan llegar a cortarse. Con las manos húmedas no pueden tocar enchufes ni aparatos eléctricos que se encuentren conectados. En caso de salpicar el suelo con algún ingrediente, hay que limpiarlo rápidamente para evitar caerse al pisarlo.
Hay que empezar ofreciendo a los pequeños recetas de platos que les guste mucho comer
Se pueden cocinar muchísimos platos con los niños aunque seguro que a ellos los que más les gustan son los dulces como galletas de mantequillas, bizcocho de chocolate o magdalenas. Pero también hay platos salados que los pueden preparar ellos y que no entrañan grandes dificultades como las ensaladas de todo tipo y con cualquier ingrediente, unos canelones rellenos, hamburguesas, huevos rellenos, empanadillas, hacer unas divertidas mariquitas con medio tomate y la cabeza y las motas con aceitunas negras, pollitos realizados también con huevos cocidos para el cuerpo y los ojos con la mitad de una aceituna verde…
Son multitud de recetas para las que solo hace falta algo de imaginación, dedicación y sobre todo, mucho mucho cariño.