El café rosa ha llegado para invadir con todo su glamour nuestras tazas de café. Sin duda es atractivo y queda muy bien en las fotos que los fanáticos de esta bebida de moda comparten en Instagram. Pero más allá de eso, esta bebida tiene mucho que aportar porque es un alimento saludable.

El café rosa se prepara con remolacha, una hortaliza que recibe su color rojo gracias al pigmento 'betalaína'

La bebida en cuestión se prepara con remolacha, una hortaliza que recibe su color rojo gracias al pigmento 'betalaína'. Al mezclar la esencia de la remolacha con la leche, se consigue un tono rosado.

Quizás aún no lo encuentres en las cafeterías, pero tenemos la receta para que puedas prepararlo fácilmente en tu casa y darle otro sabor a tus desayunos o meriendas. Solo tienes que licuar la hortaliza, aunque para conseguir una textura más espesa conviene comprar el vegetal en polvo y batirlo hasta que se disuelva.

Si eres de los que odian los grumos puedes pasar la mezcla de nuevo por la batidora y así te evitarás un disgusto. Una vez conseguido el brebaje, se añadirá el café. Los más modernos suelen añadirle esos toppings que convierten el café en una auténtica obra de arte.

Los beneficios del café rosa

Lo mejor es que no hará falta que le eches azúcar porque la remolacha es dulce. Además, es un superalimento rico en hierro y vitaminas A, C y B8 y cuenta con propiedades diuréticas, por lo que ayuda a reducir la presión arterial y mejorar la circulación de la sangre.

Al tener un alto contenido en antioxidantes, se convierte en un ingrediente perfecto para la recuperación muscular después de realizar ejercicio físico. Este alimento además facilita el aumento del flujo sanguíneo gracias a su alto nivel en nitratos, por lo que es capaz de aportar por sí sola toda la energía necesaria para comenzar el día. Aun así, también puede mezclarse con un poco de café.

El café rosa no tardó en convertirse en tendencia en Australia y Estados Unidos, y su popularidad en redes sociales fue tal que el hashtag se extendió en cuestión de semanas a Japón y a América Latina. Ahora ha llegado a España para quedarse.