Carbohidratos, vitamina A o diversos minerales, son solo algunas de las propiedades que ofrece el boniato. Esta raíz tuberosa contiene muy pocas grasas y resulta muy versátil a la hora de cocinar, ya que se puede utilizar en la elaboración de platos tanto salados como dulces. A día de hoy este tubérculo cuenta con muchos nombre, aunque no tantos adeptos, y es también conocido como moniato, camote, patata dulce o batata.

Algunas de las propiedades del boniato más valoradas son su bajo contenido en grasa y alto aporte de ácido fólico

Este tubérculo apenas contiene grasas y ofrece una buena dosis de fibra, proteína e hidratos de carbono; por lo que resulta perfecto para niños en edad de crecimiento, deportistas, personas mayores, o para cualquier persona como parte de una dieta equilibrada.

Es una gran fuente de provitamina A o betacarotenos, nutriente esencial en la formación y mantenimiento de dientes, huesos, tejidos blandos, piel y  visión, así como en el envejecimiento prematuro. Cuanto más intenso es el color del boniato, mayor concentración de provitamina contiene.

Resulta también un alimento aconsejable para embarazadas, dada su gran cantidad de ácido fólico. Además contiene vitaminas del grupo B (B1, B2, B5 y B6), y vitamina C que ayuda a nuestras defensas. Y varios minerales como potasio, magnesio, hierro y cobre.

Los diabéticos encuentran en él un aliado perfecto, ya que ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre. Aunque también presenta un alto contenido en oxalatos, por lo que no es recomendable para personas que padezcan trastornos renales. No se debe consumir crudo ya que presenta un alto contenido en dioscorina, una toxina vegetal muy toxica que es perjudicial para el sistema nervioso central.

Diversas recetas de boniato

El boniato podría considerarse uno de los alimentos más versátiles, ya que se puede utilizar tanto en la elaboración tanto de recetas dulces como saladas. Sus preparaciones más comunes son en crema, obteniendo un resultado similar al de la crema de calabaza o calabacín; o en tiras y frito en la sartén, es decir, de la misma forma que se hacen las patatas fritas.

Al ser la versión dulce de la clásica patata, todas las recetas que se elaboran con patata se pueden hacer también con  boniato. Si se opta por preparar un postre o plato dulce,  se consigue un buen resultado en bizcocho, diferentes tartas o brownies.